Antes de que el sacerdote Jorge Mario Bergoglio sea Obispo de Roma, como Arzobispo de Buenos Aires ya había mostrado su “particular” posición respecto a las personas homosexuales; básicamente sosteniendo que las mismas, al igual que los demás, son también hijas e hijos de Dios, que tienen derecho: a ser acogidos por sus seres queridos (en el seno de una familia) y por la Iglesia, y a no ser ni estigmatizados ni peor aún brindarles un estilo de vida de humillaciones o de hostigamiento por tener una tendencia sexual distinta a la nuestra. Ese pensar fue un poco más ampliado cuando, ya en su calidad de Papa, en una conversación mantenida con periodistas en un vuelo de retorno a Roma, se preguntó a sí mismo quién era él para juzgar a una persona homosexual que tiene la buena intención de seguir las huellas de Cristo, de Dios.
Ahora bien, parecería que a partir de lo que recientemente se conoció -una opinión del Papa Francisco- en el documental “Francesco”, la voz “cambio en la doctrina de la Iglesia” ha cobrado mayor eco. ¿Será así? Reitero: no juzgaré a nadie, tan solo mencionaré tres hechos:
1: Arzobispo de La Plata, respecto a cómo piensa el Papa Francisco (parafraseo): el matrimonio en estricto sentido sólo se aplica a la unión entre un hombre y una mujer con miras a dar vida; unión que implica estabilidad y exclusividad (hombre y mujer, dos seres humanos distintos que se unen recíprocamente, que enriquecen su vínculo a partir de sus diferencias, y con la capacidad natural de engendrar vida); uniones de algún otro grado de similitud demandan de otra denominación. Sin embargo, el sacerdote Bergoglio reconoció la existencia de uniones que existen entre personas del mismo sexo, donde no necesariamente se dan relaciones sexuales, pero sí una convivencia de alta cercanía y de importante tiempo, donde hay protección y sacrificio mutuo; en dichos casos, a los cuales no llamó matrimonio, Bergoglio se inclinó a que las sociedades mediante la Ley puedan reconocer la voluntad de las personas homosexuales de heredar sus bienes a aquella persona que les ha acompañado en vez de sus familiares…