Mientras en Ecuador triunfaba la RC el 2-04-2017 llevando a Lenín Moreno a la Presidencia, en Venezuela la Revolución Bolivariana (RB) atravesaba un complejo momento: el paso del ‘golpe suave’ a una intentona de golpe violento dirigido por las fuerzas imperiales y protagonizada por una extrema derecha que había desperdiciado su triunfo en las legislativas del 6-12-2015 debido a su manejo politiquero y desestabilizador de este, desde donde promovía una violencia rechazada por el 89% de los(as) venezolanos(as).
Acá percibíamos que habíamos derrotado a la derecha y que la RC se consolidaba; allá no faltaban los que prefiguraban escenarios sombríos e incluso catastróficos para el futuro de la RB.
Cuando el 1-05-2017 Maduro convocaba a la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) luego del boicot al diálogo por parte de la MUD, la alianza transnacional recurriría a la criminalidad y terrorismo más brutales a fin de sacar a Maduro, desatando miles de manifestaciones en todo el país que produjeron más de 200 muertos y cerca de 4.000 heridos, silenciadas o tergiversadas por la derecha mediática.
Pero sus intenciones fracasaron cuando el 30-07-2017, más de ocho millones de venezolanos (41,5% de votantes) eligieron la ANC venciendo toda clase de obstáculos, incluidos sabotajes a las urnas, lo cual confirmaba el rechazo del pueblo al proyecto fascista en ciernes.
Pero mientras la RB de Venezuela protagonizaba un triunfo épico frente a la derecha, sorprendentemente en Ecuador, el gobierno de Lenín Moreno efectuaba un imprevisto giro hacia la derecha que se patentizaría en su convocatoria al diálogo a los jurados opositores políticos y corporativos a la RC el 20-06-2017. A esto se sumaría en seguidilla su ataque a sus dirigentes, bases y a sus símbolos emblemáticos y su cacería política y simbólica al cuerpo del vicepresidente Glas.
Y mientras en Venezuela se instalaba el Poder Originario el 4-08-2017 y el 15-10-2017 el PSUV volvía a derrotar a la fuerza transnacional en las regionales, captando 18 de 23 gobernaciones con el 54% de los votos y mostrando 61,4% de participación electoral, en Ecuador se consolidaba el giro del gobierno de Moreno, cuando el 3-08-2017 sacaba a Jorge Glas del Gobierno apoyando su criminalización y el 2-10-2017 asumía abiertamente la agenda de la derecha al promover una consulta popular orientada a desmontar la institucionalidad forjada por la RC, a desbaratar sus políticas e impedir su continuidad bloqueando la postulación a la Presidencia de Rafael Correa en 2021.
Así, en cuestión de meses, la correlación de fuerzas en ambos países mostraba evoluciones contrastantes: en el caso de Venezuela, “contra los pronósticos de quienes poetizan su caída” -al decir de Teruggi-, la RB ha evidenciado un renovado vigor, mientras en Ecuador la RC, electoralmente triunfante de abril, pretende ser liquidada en los próximos meses por un ‘golpe suave’ protagonizado por fuerzas incubadas en su propio seno. (O)