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El Telégrafo
Ximena Ortiz Crespo

Consejos para contrarrestar la incertidumbre

22 de abril de 2023

En tiempos de incertidumbre y cambios constantes, sentirse inseguro y estresado es natural. Las situaciones políticas, económicas y de seguridad que vivimos generan temor. Aprendamos lo que hacen nuestros conocidos para enfrentar estos sentimientos y continuar con nuestras vidas de la mejor manera posible. Oigamos lo que nos cuentan sobre cómo manejan la inseguridad y el estrés de estos días.

Mi amiga Ana María Cevallos, de 35 años, es una abogada en libre ejercicio, cuando la entrevisté me dice que su forma de enfrentar las tensiones es el apoyo de su familia. "Cuando hubo los disturbios en Quito en junio del año pasado, por ejemplo, me volví a sentir muy insegura y asustada", dijo, y añadió: "Estuve hablando con mi familia y amigos sobre mis preocupaciones y miedos, y eso me ayudó a sentirme menos sola. Saber que tenía un sistema de apoyo sólido me dio la fuerza para seguir adelante”. El compartir sus pensamientos y emociones –dice Ana María –, le ayudó a sentirse menos sola y más conectada. Además, dice que creó un grupo en el WhatsApp con una norma: sólo compartir cosas positivas para contrarrestar el nerviosismo y el morbo de otros grupos……

Otra forma que encuentran las personas de combatir la incertidumbre –que puede llegar a ser abrumadora–, es tener una rutina diaria que les ayude a sentir mayor estabilidad. Es decir, tratar de mantener una rutina regular de sueño, de horas de comidas y de actividad física. Eso les hace mantener una sensación de normalidad. Veamos algunos ejemplos de personas que mantienen una rutina diaria que les ayuda a manejar la incertidumbre y el estrés. 

Caridad es una ejecutiva que sigue trabajando desde casa desde que comenzó la pandemia. Dice que para mantener una rutina diaria, se levanta a las 7 de la mañana todos los días, se ducha, se viste y desayuna antes de comenzar su jornada laboral. También toma descansos regulares para caminar y estirar sus piernas. Mientras tanto, Ana quien es una estudiante universitaria en vacaciones dice que –para no estar en estado de alerta todo el tiempo –, se despierta temprano todos los días, se prepara un desayuno saludable y luego se va al parque a hacer ejercicio al menos tres veces por semana. También se va a dormir a las diez en punto todas las noches para asegurarse de tener suficiente descanso. Planifica desde el día anterior las cosas que hará al día siguiente.

La exposición constante a noticias negativas puede aumentar la ansiedad, por eso una forma de contrarestar esos sentimientos es lo que hace mi compañera de trabajo María Fernández, quien es una asistente administrativa. Ella me dice "Hay demasiadas noticias negativas que se las encuentra de forma constante en el WA, en las redes y en los medios de comunicación, lo que me hace sentir cada vez con más ansiedad y preocupación; así que decidí limitar las noticias y en su lugar me concentré en hacer cosas que me gustan, como leer libros y hacer ejercicio. Me ayuda a sentirme más positiva y optimista". Limitar el tiempo de exponerse a noticias negativas es un mecanismo que usa María. Ella dice también que elige una hora específica del día para ponerse al tanto de las noticias y luego apaga sus dispositivos electrónicos.

Una práctica muy útil para poner la mente en paz es la meditación y la relajación. María Elisa, mi amiga, que es de las que se puede llamar “alternativa”, dedica un momento a día para estas prácticas. Se ayuda con algunos recursos en You Tube como “Mente Clara”, “Meditación y Psicología” o “La Vida es Ahora” donde se transmite meditaciones guiadas. Dice María Elisa: “la meditación ayudar a fortalecerte para enfrentar la vida porque te permite entrenar la mente para estar más presente cada momento que vives y ser consciente de tus pensamientos, emociones y sensaciones físicas. A través de la meditación, puedes desarrollar habilidades para gestionar mejor el estrés y la ansiedad, aumentar tu capacidad para concentrarte y mejorar tu autoconciencia.” Y continúa: “Además, la meditación puede ayudarte a cultivar una actitud más positiva y compasiva hacia ti mismo y los demás, lo que puede fortalecer tu resiliencia emocional y tu capacidad para lidiar con los desafíos de la vida.”

Teresita, una prima mía, dice que la oración puede considerarse también como una forma de meditación, porque calma la mente y enfoca la atención al momento presente, además de que te concentras en una intención específica, como expresar gratitud, pedir ayuda o buscar orientación. Algunos expertos han comparado la oración con la meditación, como es el caso de Richard Davidson, un renombrado neurocientífico quien, en sus investigaciones, ha encontrado similitudes entre las dos prácticas en cuanto a sus efectos en el cerebro, como la reducción del estrés y la ansiedad y el aumento de la sensación de bienestar. La oración ayuda a las personas a conectarse con lo divino, lo cual es una fuente de consuelo y fortaleza en momentos de incertidumbre o dificultad.

"Count your blessings" es una expresión en inglés que se refiere a la práctica de reconocer y apreciar las cosas positivas en la vida, en lugar de centrarse únicamente en los desafíos y las dificultades. Por eso Marisol, mi guru, dice que es bueno crear con papel y lápiz una lista de cosas positivas. En tiempos difíciles, es fácil concentrarse en lo negativo. Ella aconseja que las personas hagan una lista de cosas positivas en su vida, como lo que nos hace felices, las personas que nos importan y los momentos que nos hicieron sentir bien. Luego de tener la lista, hay que tomarse un momento cada día para leer esta lista. Recordar las cosas positivas cultiva una actitud de agradecimiento, lo que permite enfocarse en soluciones, tomar decisiones y sentir que es menos grave la situación que se vive.

Otra de mis primas, la Lalita, –la más sabia de mis interlocutoras –, es la reina del voluntariado, tiene un gran corazón y siempre encuentra formas de ayudar a otros. Y dice que el hacerlo “le hace sentir más conectada y útil en la vida.” Considera que ser presidenta del trabajo voluntario en un hospital de niños en Quito es muy gratificante, porque se siente ocupada y hasta aumenta su autoestima. Hay investigaciones que respaldan lo que dice mi prima sobre los beneficios de ayudar a los demás para encontrar paz y tranquilidad. Por ejemplo, un estudio publicado en la revista Psychological Science encontró que las personas que se ofrecían como voluntarias para ayudar a otros experimentaban una disminución en la actividad en las regiones del cerebro asociadas con el estrés y la ansiedad. Otro estudio, publicado en el Journal of Health Psychology, concluyó que las personas que se ofrecían como voluntarias tenían una mayor satisfacción con la vida y una menor probabilidad de desarrollar depresión. Inclusive hay estudios que hablan de los beneficios a la salud. Se ha demostrado que la ayuda a los demás puede mejorar la función inmunológica y reducir el riesgo de enfermedades crónicas. 

Le pregunto a un profesor de psicología de la universidad qué se puede hacer cuando uno se siente estresado o con ansiedad y dice es importante que uno se trate a sí mismo con comprensión y amabilidad, como si estuvieras tratando con un amigo cercano. Y entonces me pregunta él, ¿qué haces tú para mostrarle tu amistad a tu amiga íntima? Y le respondo.: “Lo que haces es reconocer sus aciertos, mimarle, crear para ella una oportunidad para descansar, invitarle, hacerla reír, hacerle oír música y preparar comidas que le gusten”. “Bueno”, –dice Juan, mi amigo psicólogo –, “así debes tratarte a ti mismo” y comenta que eso ayudar a reducir los niveles de estrés y mejorar el bienestar emocional. Cita un estudio publicado en la revista científica Personality and Individual Differences en 2019, "El autocuidado se asocia consistentemente con mayor resiliencia, menos ansiedad y depresión, un menor riesgo de burnout y una mejor salud mental y física en general".

En resumen, enfrentar la inseguridad y el estrés en tiempos borrascosos es un desafío, pero es necesario hacerlo y es posible si pones tu mente en ello. Busca el apoyo de tu núcleo social; mantén una rutina diaria; practica la meditación, la oración y la relajación; limita la recepción de noticias negativas; crea una lista de cosas positivas y agradece por ellas y por favor, trátate lo mejor posible.   

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