Frente a la disputa de China y Estados Unidos en un mundo multipolar, Rusia busca tener una posición en el mundo. Incluso en la geopolítica de la vacuna, vimos como la primera vacuna desarrollada por Rusia fue bautizada con el nombre de Sputnik, en honor al primer satélite ruso en el espacio. Con este interés, Putin empieza a generar una agenda propia, esta vez con un conflicto, en Ucrania.
A pesar de que meses atrás Putin había negado en declaraciones oficiales la posibilidad de un ataque, insistiendo en que el ingreso de Ucrania a la Organización del Tratado del Atlántico Norte -OTAN- es una línea roja y que constituye una seria amenaza para su seguridad, Rusia comenzó esta semana una operación militar especial para la "desmilitarización" de Ucrania con el reconocimiento de las repúblicas independientes de la zona: Donetsk y Luhansk.
Putin ha utilizado una estrategia camuflada que fue difícil de comprender en un primer momento pero que poco a poco empieza a dejarse ver. Hasta la anterior semana, el interés de Rusia era generar presión para que: 1) Ucrania no ingrese a la OTAN, 2) la OTAN no se expanda regresando a sus fronteras de 1997, y 3) que OTAN no despliegue armas de ataque cerca de las fronteras rusas. Sin embargo, con un discurso inexplicable contra Ucrania, ha justificado su reciente presencia en Donbast, argumentando que los líderes rebeldes habrían solicitado ayuda militar a Moscú para repeler la supuesta agresión ucraniana. Esto encendió las alarmas en múltiples países que han condenado el ataque de Rusia y han impuesto sanciones que buscan afectar a Moscú en ámbitos económicos, tecnológicos y comerciales. ¿Generarán estas sanciones un cambio en la dinámica de Rusia?
La OTAN ha considerado que el ataque a Ucrania fue totalmente injustificado. Hay que recordar que Ucrania no es miembro de la OTAN, por lo que no cabe un contrataque a Rusia. Entonces: ¿qué viene luego?
Las acciones rusas constituyen una amenaza a la paz y seguridad euroatlántica. A esto se suma el hecho de que en un conflicto armado nadie gana. Aunque la historia nos ha enseñado las fatídicas consecuencias de los conflictos bélicos, parece que el mundo no ha aprendido nada. En este sentido, tras la violación de Rusia al derecho internacional, este país debe cesar de inmediato su acción militar y retirar sus tropas en las zonas fronterizas a Ucrania.