El equipo ecuatoriano de Copa Davis derrotó a México por 3-2 el fin de semana pasado, logrando así la permanencia en el Grupo 1 de la zona americana para el 2012.
Un triunfo importante para este joven equipo, con jugadores que demostraron que tienen capacidad, corazón y que dejan hasta la última gota de sudor en la cancha, y que se crecen cuando tienen que defender los colores de nuestro país.
Sabíamos que iba a ser una serie complicada porque los mexicanos llegaron a Guayaquil ocho días antes del inicio de la competencia buscando aclimatarse al calor de Guayaquil y a la cancha de arcilla lenta, lo cual indicaba la importancia de este compromiso para ellos.
En los días previos a la competencia, en una conversación que tuve con Santiago González, doblista del equipo mexicano y a quien conozco desde su etapa como juvenil hace más de 10 años, coincidíamos en que el perdedor tendría una serie más dura aún contra Colombia, que actualmente cuenta con un equipo muy sólido, con Alejandro Falla y Santiago Giraldo como singlistas y una excelente pareja de dobles con Juan Sebastián Cabal (finalista en Roland Garros 2011 en la especialidad) y Robert Farah.
Yo tenía mucha confianza en que se podía vencer a los mexicanos, sacando la máxima ventaja de la cancha lenta y del apoyo del público, además, en mi opinión, a pesar de haber perdido la serie contra Canadá en julio pasado, el equipo salió fortalecido, más unido y maduro. Otro punto importante fue que después de la serie contra los canadienses pude acompañar a los jugadores a varios torneos, como el Challenger de Manta y los dos torneos futures de Guayaquil.
De esta forma se me hizo más fácil seguir su desempeño en estas competencias. Luego Julio César Campozano e Iván Endara se mantuvieron en actividad en dos futures en Colombia, Roberto Quiroz entrenando en Argentina, y Juan Sebastián Vivanco, quien recibía su primera convocatoria a integrar el equipo nacional tras cumplir buenas actuaciones en torneos futures, en Holanda y Alemania.
Ecuador inició la serie con buen pie, con la victoria de Campozano frente al experimentado Miguel Gallardo, quien formó parte del equipo que vencimos en 2005 en León, México, inclusive derrotando a nuestro crédito Nicolás Lapentti en esa oportunidad y cayendo frente a Giovanni Lapentti en el partido decisivo.
Julio jugó un encuentro muy inteligente, presionando el revés de Gallardo, moviéndolo por toda la cancha. De esta manera Julio se llevó cómodamente el primer set por 6 a 2 , solamente en el segundo el mexicano complicó a Campozano e igualó momentáneamente el marcador con un 6 a 4, pero el esfuerzo que realizó, sumado al fuerte sol, la alta temperatura y humedad, le pasaron factura. Tuvo que recibir atención médica por calambres en ambas piernas y el ecuatoriano sin mayores problemas ganó el tercero y el cuarto set por 6–3 y 6–2, dándonos ese importante primer punto y abriéndonos el camino a la victoria.
En el segundo partido de la serie se medirían el # 1 visitante Daniel Garza contra Endara; los mexicanos contaban con ese punto y una derrota los pondría entre la espada y la pared. Y qué partido jugaron, lleno de tensión y de emoción, con Garza variando mucho su juego, sirviendo de forma muy astuta, buscando sacar del fondo de la cancha a Iván con delicados drop shots, reveses cortados y derechas anguladas.
El ecuatoriano estuvo corriendo, luchando y tratando de dominar el juego con la potencia de su derecha. El primer set fue para México 7-6, en el segundo Iván tomaba una ventaja de 4 a 0, cuando empezó a verse afectado por un problema estomacal y vómitos. Garza aprovechó para nivelar el set, pero Iván jugó un tie-break impecable, lo ganó 7 a 0 y emparejó el partido; aprovechando el momento psicológico se llevó el tercer set 6 a 4.
Desde ese momento, Garza empezó a provocar al público, a discutir con los jueces, a parar el partido, buscando afectar la concentración y sacar de ritmo al ecuatoriano. Así consiguió llevarse el cuarto set 6 a 2, todo se decidió en un quinto set, con los dos bastante desgastados por el esfuerzo, un partido típico de Copa Davis.
El ganador iba a ser el que mantuviese los nervios bajo control y el más fuerte en el aspecto mental. Iván consiguió quebrar el servicio de Garza, se puso adelante 5-3, 40-15, a un solo punto de ganar el partido, pero el mexicano se sobrepuso a esos match points, y luego a un tercero; rompió el saque de Endara, ya afectado por calambres en su pierna izquierda y sacó para igualar a 5, pero Iván se adelantó 30 a 40, gracias a una doble falta y cerró el partido en el cuarto match point: Ecuador 2 México 0.
Como se sufre desde la silla de capitán en partidos como éste, la tensión es muy alta, pero la alegría que se vive cuando se los gana es verdaderamente indescriptible, estas emociones se intensifican cuando estás representando al Ecuador en la competencia por equipos más importante dentro del deporte blanco a nivel mundial.
Esa noche en el hotel nos reunimos todos en una habitación, conversamos sobre lo que se había conseguido en este primer día, pero sabíamos que la serie no estaba definida y que teníamos que empezar a prepararnos mentalmente desde ese momento para definir la serie.
Éramos conscientes de que en el partido de dobles del sábado los favoritos eran los aztecas, que contaban con González, ranqueado 37 en el mundo en la modalidad, con un buen acompañante como Garza.
Nuestra dupla, Campozano y Roberto Quiroz no juega habitualmente junta, e inclusive, Roberto tuvo que dejarle a Julio el lado de las ventajas, ya que los dos se sienten más cómodos devolviendo en esa posición y uno tenía que cambiarse. A pesar de estas situaciones hicieron un partido bastante equilibrado, pero que al final ganó México en cuatro sets 6-2 ,6-7 (6), 6-3 , 6-4. Todavía nos faltaba un punto para cerrar la serie, y se sentía un poquito de ansiedad en el equipo.
Se especulaba que los visitantes podían hacer un cambio para el primer partido del domingo, pero eso no sucedió y se enfrentaron los número 1 Campozano y Garza. Julio salió muy decidido desde el primer punto, con una estrategia muy clara, que era jugar alto, pesado sobre el revés del mexicano; mantenerse cerca de la línea de base, para no darle la oportunidad de utilizar sus drop shots; y buscar jugar puntos largos para mermar físicamente al rival.
Julio se mantuvo concentrado, sereno, ejecutó el plan de juego a la perfección, y prácticamente no tuvo problemas para ganar el encuentro en 3 rápidos sets, 6-0, 6-3, 6-1 y conseguir el ansiado tercer punto, cerrar la serie y asegurar la participación de Ecuador en el Grupo 1 en el 2012.
Un triunfo que hay que valorarlo, ante un país con 112 millones de habitantes, con una Federación de Tenis que cuenta con muchos recursos económicos, con gran cantidad de clubes, de canchas y que organizó 20 torneos profesionales en el 2011, entre challengers, futures y un torneo del circuito ATP Tour, como es Acapulco.