Identificar a los grupos que el Gobierno actual ha regulado es necesario, para orientar a la ciudadanía y establecer los porqués y cómo surge la oposición irracional.
La contratación pública: Es la fuente poderosa de negocios, para los contratistas y proveedores que a través de la cuota negociada de los partidos políticos dominantes y amigos del Gobierno se ha buscado acceder como fuente de “lucro de pocos con el sacrificio de muchos”.
Resulta que se implementó el sistema de compras públicas, abierto, transparente con modelos de pujas y mecanismos para diversificar a los proveedores-contratistas y producir ahorros eficientes al Gobierno en su gestión. Con el respaldo de la nueva Constitución, Asamblea, veedurías ciudadanas, utilización de la consulta y plebiscitos democráticos, para implementar los grandes cambios, en vez de negociar las empresas estratégicas, como ocurría en el pasado.
Se les acabaron los negocios siguientes: a) Controlar las aduanas, las superintendencias, la justicia, el Ministerio de Finanzas y el “entreguismo” a EE.UU. y las ONG multilaterales. b) Los negocios tributarios en el SRI. c) Las empresas eléctricas de generación y distribución, con latisueldos, pérdidas negras, alquiler de barcazas, no construir las represas para seguir con las crisis energéticas. d) Las tarifas y modalidades de pago con los “carriers” internacionales, los “bypass” en la telefonía y la ineficaz concesión de frecuencias de telefonía celular, acaparamiento de frecuencias de radio y TV. e) Contratos de cupos de gasolina, diésel y petróleo crudo para su comercialización. f) Debilidades en la concesión de uso de playa y bahía y contratos de explotación marítima, petrolera, minera, pesca, camaronera y bosques, etc.
¿Cómo ponerle el cascabel al gato?, es una pregunta muy aplicable a los patronos que explotaron al servicio doméstico y trabajadores, no afiliándolos al IESS, degenerando el modelo de tercerización y trabajo de tiempo parcial; a los medios de prensa, maestros y dirigentes estudiantiles, controlados por el MPD; las universidades politizadas, fuera de su misión y visión; los médicos del MSP y el IESS, y todo el personal no calificado del sector público, amparado en un sindicalismo ineficiente.
La “oposición irracional” es la consecuencia de haber removido a todas las estructuras sagradas de poderes, concentrados en pocas manos, del viejo país.