Las llantas del bus eran tan lisas como un azulejo de piscina; la grabadora que llevaba Hólger Quiñónez era casi del tamaño de un perro pastor alemán, la vejez del bus daba para que vaya directo al asilo, el chofer del colorido transporte no tenía medias y llevaba la camisa abierta con barriga prominente y ocasionalmente sacaba la llave del carro en marcha para rascarse el interior de la oreja.
Nada de esto parecía incomodar o preocupar a los integrantes de la plantilla de Barcelona de 1987 que se preparaba para partir a uno de los balnearios ecuatorianos con la misión de lograr el mejor estado físico posible para la larga temporada que tenían por delante.
La tarea encomendada, el motivo del viaje se llamaba pretemporada.
Ya en la playa, usando los tradicionales zapatos Venus, corrían por una playa inclinada, donde columna vertebral y rodillas eran castigadas, era como asestar un martillazo leve, pero repetido por cada paso que daban los jugadores.
Avanzada la tarde hacían algo de fútbol en una cancha de tierra colmada de piedras de dimensiones parecidas a pelotas de golf, no se había dado la transferencia de zapatos, se jugaba con los mismos tradicionales blanco con negro marca Venus... las lonas.
¿Y no que las pretemporada eran la base de toda el año de trabajo?
¿Cómo hacían para no lesionarse, más con las condiciones de trabajo que tenían antes?
Se imaginan ver en esta semana a la Liga de Quito o Barcelona entrenando en una cancha de tierra, de esas que brindan todas las invitaciones para lesionarse o usando la implementación que no es debida... jamás!!!!, los tiempos cambiaron íntegramente.
Pero también se incrementó el tráfico de criterios sobre dónde y por cuánto tiempo mantenerte en una pretemporada.
¿Hizo lo correcto Barcelona al irse solo por 11 días a Quito? Según Duffer Allman, reconocido y capacitado profesional de la preparación física, la cantidad de días que Barcelona pasara allá no es la indicada. E
l Dr. José Guevara, con mucho conocimiento en el trabajo fisiológico deportivo, se atreve a pronosticar que habrá lesiones por esta medida.
Mientras que Pablo Sánchez, preparador físico de Barcelona, expresó que solo llegaron a Quito para lograr el acercamiento y confraternidad entre jugadores en un lugar que preste todas las facilidades como la Casa de la Selección, que no habrá ningún tipo de problemas fisiológicos.
¿Altura? ¿Playa?
Cada uno con su librito, el fin es el mismo, lograr el mejor estado físico para una temporada larga que los llevrá a disputar hasta 60 partidos.
Eso sí, ojalá no vuelvan a correr por las playas con zapatos que no son los indicados y en canchas de tierra, llenas de tapas de cola, vidrios y piedras... en eso se cambió para bien... definitivamente!!!
Una más que nunca olvidaré: cubriendo una pretemporada a inicios de los 90 esperaba que terminaran de almorzar, cuando pude a lo lejos ver el plato favorito del almuerzo... sopa de pollo con un guineo flotando en el caldo.... gran nutrición!!! o no???