El 19 de junio se llevó a cabo la segunda vuelta de las Elecciones Presidenciales de Colombia que constituyen sin lugar a dudas un hecho histórico por varios factores. En primer lugar, estos comicios se realizaron en medio de un contexto polarizado donde abundaron las fake news y las amenazas a las candidaturas. En segundo lugar, es la primera vez que un gobierno de izquierda asume el poder luego de 20 años de Uribismo y es la primera vez que una mujer afrocolombiana llega a la vicepresidencia. Asimismo, la gobernanza electoral realizó una gran labor donde el sistema electoral salió fortalecido y se conoció en pocas horas los resultados preliminares. Finalmente, el porcentaje de voto alcanzó el 57.9%, uno de los más altos desde 1998.
El fin de un periodo y una nueva era política. Los acuerdos de paz de Colombia marcaron un antes y un después en un país que ha venido luchando contra el conflicto interno de manera incansable durante los últimos 50 años, dejando a un lado importantes temas sociales. Antes, los gobiernos se enfocaban en temas de seguridad, pero ahora la población demandó un cambio basado en lo social, económico y en la lucha contra la corrupción. Para este cambio de timón tuvo una gran incidencia las protestas sociales de 2019 y 2021, donde la población demandó inversión social y la reducción de la brecha social en el segundo país más desigual de la región.
Tras su victoria, Gustavo Petro y Francia Márquez deberán enfocarse en generar coaliciones de gobierno en medio de un país con un alto porcentaje de polarización y con miedo a una izquierda prácticamente desconocida. De igual manera, deberán trabajar por esa igualdad e inclusión social que fue el centro de su campaña y en hacer frente a grandes retos como lo es una reforma agraria, el cambio de la matriz petrolera, la corrupción, entre otros.