Hoy termina la campaña de la consulta. Este nuevo evento democrático unificó fuerzas diversas a favor del Sí y en contra.
En la posición positiva estuvo Alianza PAIS, que se registró en el CNE con más de UN MILLÓN y MEDIO de adhesiones en las 24 provincias, decenas de movimientos sociales, incluidos las históricas y prestigiosas Confederación de Trabajadores del Ecuador (CTE), la Federación Ecuatoriana de Indios (FEI), varias federaciones sindicales nacionales, Pueblo Montubio, Mujeres por la Vida y la naciente Cámara Bolivariana de Economía Solidaria. También los partidos Comunista y Socialista y diversos movimientos progresistas.
Emergen con gran presencia y organización la Red de Maestros y la Coordinadora Nacional de Profesionales; los jóvenes, agrupados en torno a la Revolución Ciudadana, con inmensas capacidades creativas. Se sumaron sectores independientes al clamor de la REVOLUCIÓN DE LA JUSTICIA, la lucha por la seguridad ciudadana, contra el enriquecimiento ilícito privado, la regulación de los medios de prensa, la afiliación universal de los trabajadores al IESS, etc. Son las fuerzas del cambio, que pugnan por la defensa y profundización de las reformas, iniciadas desde enero de 2007.
Ello implica que en la agenda inmediata estará la reorganización del SISTEMA JUDICIAL, las reformas agraria, educativa y de la salud. A la gente del Sí le toca consolidar su organización para apoyar y supervisar esta gran tarea.
En la posición negativa se agruparon los de siempre, que se oponen a todo cambio, esto es la partidocracia (la vieja y la nueva) que responde al corrupto poder económico. Sobresalen los banqueros y especuladores financieros, los propietarios de grandes medios de prensa, los de las fortunas malhabidas y los que estafan a los trabajadores.
Por supuesto, están los jueces ineficientes y corruptos. También los impostores que llegaron al poder con propuestas falsas. Y están, muy entrelazados con ellos, los desleales y traidores, que medraron del Gobierno, haciéndole campaña al No, reproduciendo los mismos argumentos de la derecha, esto es mentiras, calumnias, insultos y burdas provocaciones contra el Presidente. Finalmente, están los refinados, de discursos seudojurídicos, y hasta los renegados, de frustrante y demagógico lenguaje “izquierdista”, seudorrevolucionario.
Todo esto matizado en centenares y miles de cables WikiLeaks de la embajada de EE.UU., incluidos los últimos de la “gringa loca”, parafraseando al cantor Napolitano.