Una excelente noticia para la Educación de nuestro país: la Cívica será reincorporada en la malla curricular de Educación General Básica y Bachillerato, cuyos contenidos se concentrarán en valores, ciudadanía, convivencia armónica, deberes y derechos. También es acertada la inclusión al plan de estudios de la Educación para el desarrollo sostenible, Educación socioemocional, Educación vial y Educación Financiera. Es trascendente pensar de nuevo en la formación de ciudadanos responsables.
Vivimos una época vacía de actitudes cívicas y políticas, un tiempo de crisis de valores; esto explica en parte la corrupción que azota al país, la violencia, el abuso, la política del toma y daca y de la venganza, la imposición del interés de pocos sobre los de muchos. Así como la falta de sol perjudica a la vida, la falta de educación en Cívica puede fracturar a la sociedad; la educación en Cívica es un antídoto potente contra graves males que causan decadencia, incertidumbre y estancamiento.
Los niños y jóvenes formados en Cívica serán más comprometidos con las instituciones y las normas de convivencia, también para construir democracia defendiendo libertades y derechos. Antes que formar gente para el mundo laboral y productivo se deben formar buenas personas, empáticas, insertas en el tejido social, respetuosas de las ideas ajenas, preparadas para la labor en equipo, cultoras de paz, solidaridad, dignidad, justicia. La teoría y la práctica en la enseñanza de la Cívica será primordial para cambiar la realidad.
Formar en Cívica requerirá un esfuerzo enorme y sostenido de la sociedad, autoridades, maestros y familias. La educación Cívica se refiere a la educación enfocada en derechos, deberes y responsabilidades de los ciudadanos en una sociedad democrática, impulsando la participación comprometida en los asuntos públicos. Si queremos ciudadanos, profesionales, políticos conscientes, la educación en Cívica puede ser una clave.