El ser humano se aferra a la esperanza. Sabíamos que estaba grave. Pero confiábamos que en algún momento reaparecería con su sonrisa amplia venciendo “por ahora” a la muerte. De ahí que la noticia en la tarde del 5 de marzo estremeció a todos. Había fallecido el comandante Hugo Rafael Chávez Frías, el líder querido de la Revolución Bolivariana. El constructor de la Patria Grande Latinoamericana.
Sobreponiéndonos al impacto emocional, vinieron a nuestra memoria vivencias personales de cuando lo conocimos en Caracas, en septiembre de 2003, en el II Encuentro Internacional de Mujeres “Manuelita Sáenz”. En su discurso se refirió brevemente al secuestro de que fue objeto el 11 de abril del año anterior.
Destacando, principalmente, el protagonismo femenino en las movilizaciones populares por su rescate el 14 de abril. “¡Qué coraje de mujeres! ¡Jamás lo olvidaré!”, recalcaba.
Cuatro años después regresamos al IV Congreso Mundial de Mujeres, coincidiendo con el quinto aniversario de aquel secuestro. Las manifestaciones y enfrentamientos en las calles eran constantes. Chávez insistió sobre la necesidad de la unidad democrática, como único medio para ganar la batalla.
A esas alturas del proceso revolucionario ya estaba construyéndose el Partido Socialista Unido de Venezuela, que nace en 2008, estructurado con mucha ética y responsabilidad. Igualmente se iniciaba la batalla de las ideas sobre el proyecto socialista, cimentado en el amor, la solidaridad, la igualdad entre todos.
Han transcurrido catorce años de la Revolución Bolivariana.
Desde su inicio comenzaron a crearse las condiciones objetivas y subjetivas para la inserción de la mujer en todos los órdenes de la vida. El Presidente de la República emprendió una sistemática campaña educativa sobre la necesidad de la fuerza de trabajo y la capacidad intelectual de la mujer para impulsar los cambios y construir la Patria Nueva.
En el año 2001 fue creado el Banco de Desarrollo de la Mujer, que ha otorgado miles de microcréditos. Así la mujer dejó de ser ama de casa y se convirtió en pequeña propietaria.
En los cinco poderes del Estado la participación de las mujeres es impresionante. En los 31 ministerios, 12 están desempeñados por mujeres. En el Parlamento constituyen el 13%. En 23 gobernaciones, 4 son desempeñadas por mujeres.
Igualmente, 4 de los 5 cargos que componen la rectoría del Consejo Nacional Electoral son ocupados por mujeres. De los 6 magistrados que constituyen la directiva del Tribunal Supremo de Justicia, 5 son mujeres. La Contraloría General de la República, la Procuraduría General y la Defensoría del Pueblo son presididas por mujeres. Casi todas las misiones sociales benefician a las mujeres y a sus hijos.
Por aquello, Venezuela alcanzó el año pasado la meta del milenio.
Nuestra condolencia fraterna al Movimiento de Mujeres de Venezuela.
El comandante Chávez reivindicó a nuestra Manuela Sáenz, desdibujada en su propio país, amada y admirada en la patria de Bolívar.
Uno de sus legados más hermosos.
¡Gloria eterna!