Publicidad

Ecuador, 23 de Noviembre de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo
Philipp Bilsky

Carrie Lam actuó demasiado tarde

07 de septiembre de 2019

El primero que publicó la noticia fue un medio online hongkonés. Y si bien la confirmación oficial tardó horas, las reacciones fueron inmediatas. La bolsa de Hong Kong subió, en una clara señal de cuánto ha afectado a la economía de la ciudad el caos político. También, una nueva advertencia a la jefa de gobierno, Carrie Lam. Poco a poco más medios se sumaron: Carrie Lam retiraría formalmente la controvertida ley de extradición.

Desde hace tres meses impera en Hong Kong el estado de emergencia. En la primavera se presentó un primer borrador de la ley. Proponía posibilitar la extradición de sospechosos a la China continental, pese a que el sistema judicial chino es controlado por el Gobierno. Una idea de ese tipo era incompatible con la premisa de “un país, dos sistemas” bajo la cual Hong Kong fue entregado a China en 1997.

En junio salieron a las calles miles de personas para exigir el retiro de la propuesta. La Policía reaccionó disparando balas de goma y gas lacrimógeno. Después, los manifestantes atacaron el Consejo Legislativo, el Parlamento hongkonés. El gobierno de Carrie Lam decidió congelar la ley. Después ella aclaró que la ley estaba muerta y declaró la iniciativa legal como “fracasada”, pero oficialmente no la retiró. Para los manifestantes no fue suficiente y siguieron protestando.

Por mucho tiempo, observadores se preguntaron si las protestas perderían fuerza. Pero siguieron, a pesar de que el semestre universitario comenzó hace unos días. En lugar de ir a clases, miles de estudiantes volvieron a salir a las calles.  

Pese a todo, la retirada de la ley tomó por sorpresa a muchos. La pregunta clave es si se calmará la situación en la ciudad. Por ahora, no se ve que eso ocurra, pues la retirada de la iniciativa legal era solo una de las muchas exigencias de los manifestantes.

Para muchos de ellos, ahora es más importante que haya una investigación independiente sobre la violencia con que la Policía ha reprimido las protestas. Las voces en la calle lo dicen con claridad: retirar la ley hace tres meses habría ayudado. Pero hoy, el gesto reúne dos condiciones nada positivas: es demasiado poco y demasiado tarde. (O)

* Tomado de DW

Contenido externo patrocinado