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El Telégrafo
Jorge Núñez Sánchez - Historiador y Escritor

Carlos Montúfar: la campaña final

11 de agosto de 2016

Encadenado, Montúfar fue enviado a Panamá en febrero de 1814, en espera de su remisión definitiva a España, y ahí fue encerrado en la cárcel pública, cargado de grillos, junto con otros prisioneros. Pero en la noche del 28 de marzo logró huir junto con cuatro compañeros, tras hacer un foramen en la pared posterior de la celda. Luego, ayudados por un canoero, huyeron hacia el interior y finalmente Montúfar llegó al Valle del Cauca, donde tomó contacto con fuerzas patriotas pertenecientes a las provincias unidas de Nueva Granada, las que finalmente pasaron a estar bajo el mando de Simón Bolívar en noviembre de 1814.

Sin duda fue emocionante el encuentro de nuestro héroe con el Libertador, su antiguo amigo, quien lo nombró su ayudante general. En esta condición participó con Bolívar en varias acciones de armas y en la toma de Santafé de Bogotá (diciembre de 1814) por las fuerzas del gobierno federal neogranadino, acción que buscaba someter al gobierno regional de Cundinamarca, que actuaba por su cuenta y debilitaba así la fuerza de los republicanos.

Tras ello se estableció en Bogotá el gobierno federal, que de inmediato dispuso que una división bajara por Honda y despejara de enemigos el río Magdalena, mientras otra marchaba hacia el sur, para recuperar Popayán, Pasto y eventualmente Quito. Esta última fuerza estaba dirigida por el coronel Manuel Serviez, como Mayor General, y el coronel Carlos Montúfar, como Cuartel Maestre General.

Inicialmente el avance de los patriotas hacia el sur fue exitoso, pues triunfaron en el combate de Palo, el 5 de julio de 1816, pero unas semanas más tarde, el 29 de junio de 1816, fueron vencidos en la Cuchilla del Tambo, cerca de Popayán. La División del Sur, que contaba con 750 hombres, fue destruida en combate por las fuerzas del brigadier español Sámano, de 1.400 hombres, que se hallaban atrincheradas en ese lugar y contaban con buena artillería. Con ello se restableció totalmente el poder español en la Nueva Granada.

Capturado por los vencedores, Montúfar fue trasladado a Buga y sometido a un sumarísimo consejo de guerra montado por Sámano, a quien el héroe quiteño se le había enfrentado en la campaña de Quito. Acusado de traidor, fue fusilado por la espalda en esa ciudad, el 31 de julio de 1816, junto con otros soldados patriotas.

En 1819, tras el triunfo final de las fuerzas libertadoras, los soldados de Bolívar recuperaron los restos de Montúfar y los sepultaron en la iglesia del Carmen, colocando en el sitio de su fusilamiento una placa que rezaba: “En este sitio fue sacrificado en aras de la Patria, el coronel Carlos Montúfar, el 31 de julio de 1816”.

Un siglo después de su inmolación, en 1916, el presidente ecuatoriano Alfredo Baquerizo Moreno se interesó por montar un acto de homenaje a Montúfar en Buga, para lo cual contó con la colaboración de las autoridades locales. Y seis años después Ecuador buscó recuperar y trasladar hasta Quito los restos de su gran héroe nacional.

Para ello, la Junta del Centenario de la batalla de Pichincha, presidida por el director de la Academia Nacional de Historia, don Jacinto Jijón Caamaño, inició los trámites de repatriación de los restos, que culminaron el 23 de mayo, con la llegada de ellos a Quito, donde fueron homenajeados con un memorable desfile cívico, para finalmente ser depositados en la catedral metropolitana, junto a los del general Sucre. (O)

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