Antes de la Revolución Ciudadana, nuestro país se destacaba por su inestabilidad política, brechas en todas las áreas del desarrollo y listas negras, como país no apto para la inversión extranjera. Debemos reconocer que en estos casi cinco años de gobierno hemos estructurado todo un proceso de reorganización institucional integral como nación, para acortar las brechas con los países desarrollados.
Entre los logros para alcanzar soberanía, gobernabilidad y estabilidad política y jurídica podemos mencionar:
Reforma estructural a la justicia, su administración y gestión; actualización de los marcos jurídicos, entre los que se destacan, la nueva Constitución, Ley de Aguas, de Comunicación y Medios de prensa, Antimonopolio, Mercado de valores, Código de la producción, Reordenamiento de límites y regiones, donación de órganos, etc.
Fortalecimiento de la democracia participativa, mediante elecciones, referendos y plebiscitos.
Renegociación de contratos petroleros, carriers internacionales de telecomunicaciones, concesiones del espectro aéreo y de todas las áreas estratégicas.
Ampliación del cable panamericano para mejorar la conectividad y la penetración telefónica fija e Internet.
Mejoramiento de la calidad de vida y el “Buen vivir” de los ecuatorianos.
Ampliación, remodelación, nuevas carreteras y puentes que integran la patria, destacándose la carretera Manta-Manaos.
Fortalecimiento del espíritu emprendedor y formación de Mypimes, regulación de las fuentes de financiamiento y su capacidad exportadora.
Proyectos de infraestructura pública en hidroeléctricas, telecomunicaciones, refinerías, puentes, aeropuertos, puertos, carreteras con financiamiento del Gobierno y empresas chinas.
Constituir y avanzar el modelo de integración de la Unasur, para implementar lo bueno de la UE y neutralizar
la dependencia con EE.UU.; además, ampliar nuestras relaciones de negocios con otros países no tradicionales, como parte de la política de diversificación y desconcentración.
Mientras nuestras exportaciones de materias primas crecen o se mantienen, en estos dos o tres años deberemos mejorar los productos con valor agregado, para el mercado interno y de exportación, además de la explotación minera con responsabilidad ambiental.
Solo la miopía y la falta de equidad de la oposición pueden negar el real avance del país, de forma segura y soberana; listo para recibir a la inversión extranjera.