Todos tenemos adentro de nosotros un pequeño o un gran capitalista dormido que se despierta de vez en cuando y que a veces nos tiene bien dominados. Esos son los 10 mandamientos del capitalista de base y de altura, aunque no se los quisiera reconocer. Están algo alejados de los 10 mandamientos de Dios.
1. Adorarás al dios dinero y solo a él, sobre todas las personas. ¿Qué ponemos primero en la vida? ¿No será ganar dinero?, porque con el dinero todo se lo consigue: “baila el cura y hasta el perro del cura”.
2. Santificarás los supermercados yendo a pasearte en ellos a lo menos una vez por semana. Ellos son los nuevos templos de la felicidad barata y engañosa donde uno se puede endeudar sin límite y tener la ilusión de ser feliz para la eternidad.
3. Jurarás por todo lo que te dice la televisión y más particularmente sus propagandas, porque son las nuevas palabras de Dios, para consumir sin cuidado de tu salud, de la miseria de los demás y de la destrucción de la naturaleza.
4. Honrarás a los poderosos más que a padre y madre y que ellos sean los padrinos exclusivos de todos tus hijos e hijas. Así tendrás la impresión de tener el cielo comprado.
5. Traicionarás a tus mejores amigos con tal de que eso te haga famoso y les pedirás públicamente perdón con ocasión de un gran banquete; así tendrás nuevas oportunidades para engañarles.
6. Te acostarás con las mujeres de los que no son tus más próximos, porque el escándalo llegaría al pie de tu casa.
7. Darás falsos testimonios en tus declaraciones de impuestos para que tu dinero no vaya al servicio del bien común.
8. Odiarás a los pobres, las mujeres, los negros y los indígenas porque no saben manejar el dinero según tu manera, la que te permite explotarlos para enriquecerte más y más.
9. No matarás las malas ideas de tus hijos cuando ellos te alaban por las cumbres, las grandezas y los bienes que has alcanzado y acumulado.
10. Mirarás los bienes de los demás para tener siempre más que ellos, usando todos los medios habidos y por haber para lograrlo, y eso indefinidamente.
Estos 10 mandamientos pueden resumirse a 3: el poder, el dinero y la fama, que fueron las tentaciones de Jesús. Pero él las rechazó porque supo darse cuenta de que no son caminos que construyen el Reino de Dios, es decir, el sueño de Dios de que los hombres y las mujeres hemos sido creados para ser una sola familia en la igualdad, la fraternidad y la justicia. ¡Pero eso es otro cantar! El de los soñadores infantiles y empedernidos.