Cambio de época del Ecuador, ¡el momento crucial es ahora!: Practicar el Buen Vivir (1)

La Tierra y la humanidad toda, donde nos incluimos los ecuatorianos, vive ahora un momento crucial donde está en juego el presente y el destino inmediato de todos los seres vivos. Es de extraordinaria importancia tomar conciencia de lo que está pasando  en este instante. Si no cambiamos ahora, iremos todos a la catástrofe y no se salvará nadie porque todos estamos embarcados en el mismo barco, que es nuestro planeta Tierra. Momento crucial es un instante “en que se cruzan tendencias antagónicas que pueden  determinar la transformación radical de alguna cosa”, un acontecimiento o la vida de una persona, comunidad, país o la humanidad. Crucial es un momento decisivo o culminante en un tema o problema que se examina. Lo crucial es “ahora o nunca”, porque si se pierde la oportunidad de hacerlo en este momento de trascendental importancia, en que si no se ejecuta la decisión como persona, familia, grupo, institución, país, grupo de países o la humanidad en su conjunto, no se podrá hacer después, porque el tiempo perdido no se puede recuperar. En este aspecto muchos seres humanos padecen una enfermedad muy grave que se llama postergación, en inglés procrastinar, que es demorar grandes decisiones, tomarlas cuando ya se han producido daños irreparables o no tomarlas nunca y autodestruirnos.

Las personas conscientes y la humanidad  tenemos que decir no y detener a una civilización de autodestrucción ambiental y envenenamiento de todos los seres vivos y de creciente y extrema inequidad social donde unos pocos  cada día acumulan más riqueza y la mayoría de la población mundial es más pobre.  Los efectos del calentamiento global, el efecto invernadero, el aumento de temperatura se siente en todas partes. Todo se encuentra contaminado y nos envenenamos aceleradamente: la tierra, el agua, el aire y los objetos que utilizamos. La civilización vive atrapada producto de la ambición, una minoría de personas son dueños de grandes empresas que venden productos innecesarios sin que importe los efectos destructores de una población condicionada por la publicidad y propaganda, convertida en adicta compulsiva para comprar productos innecesarios. Como personas, país y humanidad en el presente, tenemos que decir no, basta de inequidad y abismal desigualdad social. El reciente 18 de enero, Oxfam Intermón presenta un informe sobre la desigualdad que es un monumento a la estupidez humana. El 1% de la población mundial acumula más riqueza que el 99% restante. En el 2015, solo 62  personas poseían la misma riqueza que 3.600 millones de personas que representan a la mitad de la población  mundial.  Como lo resume Antoni Gutiérrez Rubí “en 2010, este número era de 388 personas. La riqueza de estas 62 personas se incrementó más de medio billón de dólares desde 2010 (un 44%), mientras que la de la mitad más pobre se ha reducido en más de un billón de dólares (una caída del 41%). Y un dato aún más crudo: los ingresos medios anuales del 10% más pobre de la población mundial han aumentado menos de tres dólares al año en casi un cuarto de siglo. La brecha social aumenta, menos ricos se vuelven más ricos y más pobres se vuelven más pobres”.

A nivel mundial, el precio del barril de petróleo no cubre ni el costo de su producción, lo que resulta un desastre para los países productores como el Ecuador, donde  gran parte del presupuesto del gobierno ha dependido durante 40 años  y en forma indirecta hasta hace un año del costo del hidrocarburo. Eso ya se acabó. Es una catástrofe nacional. Pero todavía, no somos conscientes. Todos los sectores sociales se encuentran afectados, menos los que tienen más privilegios. Esta grave situación es una oportunidad para cambiar a una forma de supervivencia social: el Buen Vivir. (O)