Publicidad

Ecuador, 06 de Octubre de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo
Edmundo Vera Manzo

Cambio de época de Ecuador, el momento crucial es ahora: los valores culturales (2)

19 de marzo de 2016

La humanidad requiere un cambio profundo de creencias destructivas: la sociedad patriarcal, con su machismo, autoritarismo, racismo y la variedad de violencias (físicas, gestuales y verbales) de los hombres en las relaciones de pareja, familiares, el sistema educativo y la sociedad. Además, encontramos instaladas creencias, hábitos, formas de pensar y prácticas perjudiciales en la mayoría de los ecuatorianos. Mientras no cambiemos, no iremos muy lejos como personas y como país, solo continuaremos en la mediocridad, tan solo sobreviviendo en lo social y económico.

La humanidad, junto con sus valores, que pueden llegar a ser trascendentales, arrastra falsos valores en sus mitos, ritos, prejuicios y conductas que atentan contra los derechos humanos y las posibilidades de desarrollo multifacético individual y social. A las viejas creencias destructivas se suman y superponen las nuevas deformaciones culturales provenientes de la civilización industrial y consumista, como lo es el vacío interior, el aparentar lo que no se es y la adicción por tener objetos y productos innecesarios, sin importar la forma y el precio ético.

Entre las peores creencias y hábitos de la mayoría de los ecuatorianos  están:  Creer que la inteligencia es innata y que, por tanto, no necesitamos actualizarnos. No creer ni practicar el perfeccionamiento continuo desde el nacimiento hasta nuestra muerte. Creer que el talento es suficiente, que no es necesario cultivarlo con el ejercicio diario. Practicar la ley del menor esfuerzo. Hacer las cosas a la maldita sea. Postergar las decisiones, hacer mañana lo que se debe hacer hoy. No invertir sus ingresos prioritariamente en la educación, sino en otros aspectos secundarios. No guardar dinero para emergencias  e imprevistos. Desperdiciar el agua. Tener pésimos hábitos alimenticios (exceso de frituras e hidratos de carbono). Cultivar más la barriga que el espíritu. Sentirse como una cucaracha, con  miedo de que lo puedan aplastar. Ser como un puercoespín, hincando a los que se le acerquen. Aceptar trabajos para los cuales no está preparado. No tener grandes sueños y no trabajar diariamente para hacerlos realidad.  El Buen Vivir es cada día realizar una síntesis de los valores de los pueblos ancestrales, del proceso histórico nacional y de la humanidad hasta el presente, buscando el desarrollo y salud integral (físico, emocional, intelectual y espiritual), de cada una de las personas y comunidades. El norte del Buen Vivir son los Derechos Humanos, del Niño y Adolescente, la Mujer, los Pueblos Indígenas, del Trabajo, los Discapacitados, la Naturaleza y la Constitución de 2008.

Lo más poderoso que existe son nuestros pensamientos y creencias. Somos lo que pensamos y creemos, tanto en lo positivo como en lo negativo. Si pensamos y vemos la realidad con pesimismo, eso sucederá. Si vemos la realidad con optimismo y esperanza también lo viviremos así. Imaginémonos y repitamos incansablemente las creencias, hábitos y protocolos de actividades positivas para cambiar ahora. Los guerreros por la paz y pacientes excepcionales, aun en las peores circunstancias, no se sienten derrotados: creen en la capacidad de todos los seres humanos por la autosanación, como lo ha demostrado Bernie S. Siegel, considerando al amor como la medicina milagrosa, como la fuerza espiritual que con meditaciones y visualizaciones guiadas de acuerdo a cada persona (visuales, auditivas, gustativas o táctiles) vencemos o alejamos  nuestros problemas.

“Las imágenes representan lo que uno desea que suceda, y no hay ninguna contradicción entre ver claramente nuestras esperanzas y arrostrar los hechos del presente. Cuanto más claramente sepamos ver el futuro que deseamos, mayor probabilidad habrá de que se haga realidad”, Solo cuando se toca a fondo se puede cambiar, el momento es ahora. (O)

Contenido externo patrocinado