Cambio de época de Ecuador. ¡El momento crucial es ahora!: Educación al límite de cada persona (3)

La teoría de la educación se encuentra aislada y atrasada respecto a la educación y al cambio de época. El discurso educativo moderno habla tan solo de aumentos en el acceso y de la población escolar y no sobre el cambio cualitativo y de todos de acuerdo al cambio de época. La educación está atrapada en los moldes del paradigma industrial y militar, del pensamiento cartesiano y newtoniano que privilegia lo hipotético deductivo en la enseñanza e investigación, las aptitudes matemática y verbal. Educación que funciona como una fábrica y quienes no  calzan en el molde son excluidos a través de un sistema de evaluación y promoción unilateral  y excluyente que no toma en cuenta otras inteligencias, talentos y aptitudes. La época industrial, con el pensamiento formal, entra en conflicto con la nueva época postindustrial, postformal, postmoderna que personaliza la educación, incluye a los discapacitados y talentos diversos.

Dice Philip Wexler: “Sin embargo, el aparato de educación industrial, que utilizó y permitió este cambio desfavorable de práctica disciplinaria envasada de nuevo como entendimiento humano, responde ahora con lentitud a las demandas de una educación postindustrial históricamente más eficiente. Y su compañero académico, el postmodernismo ha alcanzado las playas de la educación, alimentando insatisfacciones duraderas con las reivindicaciones de conocimiento hegemónico de la práctica militar-industrial que los especialistas en pedagogía representaban ingenuamente como la ciencia educativa central de la inteligencia y, más tarde, el desarrollo. No solo las demandas socioeconómicas de una sociedad postindustrial interconectada, sino también su cultura, en los lenguajes resacralizadores de la nueva época, hacen la ciencia de la inteligencia de la psicología educativa industrial no simplemente  ideológica, sino socialmente disfuncional y decadente culturalmente”.  Hay que cambiar hacia una sociedad no patriarcal, machista, racista, sexista y  violenta contra las mujeres y los niños. Que las parejas engendren niños con amor. El amor es lo más importante, pero no suficiente, requiere saber educar a los hijos, aprobar una escuela integral de padres. Los hijos sentirse amados. La presencia y el amor no pueden ser sustituidos por el dinero y objetos. Padres sin miedos y resentimientos, que aprendan a perdonar para poder amar sin obstáculos  a sus hijos. Padres  como dice Khalil Gibran que saben que sus hijos nacieron a través de ellos pero que no son sus dueños. Engendrar  niños es muy fácil, amar y educarlos bien es una misión trascendente. No puede formarse un niño y  adolescente sano, si solo les decimos sí. Decir no es muy importante, cuando afecta al desarrollo o se encuentra en peligro.

Una educación no es buena cuando prevalece el no sobre el sí. El sí invita al autodesarrollo, la expansión del ser, la independencia, la creatividad y libertad. Los padres deben ofrecer oportunidades para el desarrollo multifacético de sus hijos, conocer sus identificaciones y rechazos. Ser educador es el trabajo que más exige amar. Se pierde la motivación y el deseo de aprender si el estudiante no se siente amado. Los educadores deben comprender la realidad social, económica y política para proporcionar una educación contextualizada y para la vida.  La nueva época postindustrial requiere una mentalidad relativa, complementaria, abierta, flexible, crítica y creativa. Trabajar en equipo entre los profesores y los estudiantes con lo interdisciplinario y transdisciplinario. Las teorías y escuelas científicas deben ser vistas como parte de un todo. Para que todas las personas puedan estudiar hasta el límite de sus inteligencias, aptitudes y talentos, integrando lo humano, la naturaleza y el universo, se debe adaptar el currículum de acuerdo al perfil único de cada ser humano.   (O)