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El Telégrafo
Rosalía Arteaga Serrano

De la cabeza a los pies

10 de mayo de 2022

A veces nos empeñamos en dar vuelta a la cabeza y no mirar lo que ocurre en las diferentes latitudes del mundo, sobre todo en lo relativo a la disminución que los derechos de las mujeres experimentan y que tienen que ver con la vigencia de los derechos humanos.

 

Así, la reciente orden del régimen talibán en Afganistán, determina que las mujeres deben estar cubiertas cuando están en público, “de la cabeza a los pies” agregando además que cuándo esto no se cumpla, será también sancionado, además de la mujer que incurra en la falta, el hombre jefe de la familia de la infractora, lo que implica poner una presión más sobre las mujeres, forzadas a obedecer un orden que vuelve a colocar a las mujeres en una situación de inferioridad, de incomodidad, de lesión a sus derechos fundamentales.

 

Ya el régimen talibán, desde su instauración, luego de la salida de las tropas norteamericanas, dictaminó una serie de medidas recortando las posibilidades de empleo y estudios para las mujeres afganas, dejando de lado una historia que nos demuestra que una vez esa fue una sociedad abierta con mujeres activas y empoderadas, pero que han sufrido enormes embates para colocarlas en una situación de postración, de humillación, de retroceso total.

 

Con regímenes como el que actualmente rige en Afganistán, es muy difícil el diálogo frente a la posición de la mujer, a sus aspiraciones, a sus necesidades, con lo que toda la sociedad, las familias, entran en un deterioro y se consagra la opresión y la brutalidad.

 

Ahora se habla de la hijab, muy pronto se impondrá la burka, con todo lo que ello implica para la nula participación de las mujeres y su invisibilización.

 

En medio de la crisis que el mundo actual vive, con la pandemia del Covid-19, más la guerra de Ucrania y sus consecuencias a nivel global, como que pasa desapercibido y se tiende a pensar que es parte del mundo de lo doméstico una situación tan compleja como la que experimentan las mujeres afganas, pero desde esta columna, queremos expresarles nuestra preocupación y solidaridad frente a la nueva arremetida y las restricciones impuestas.

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