Bancada o bandada. Pasando revista a la actividad de la asamblea nacional en el año pasado nos hemos encontrado con una encuesta que hace referencia a la percepción ciudadana con respecto al país y a sus actores políticos.
En ese marco la asamblea nacional es la que sale mal parada, cosa que no es de extrañar desde hace unos años a la fecha, pero sin lugar a dudas el órgano legislativo actual es el que ha sacado las peores calificaciones de tal suerte que no goza de la aprobación ciudadana. Y en ese norte la encuesta apunta a saber si los ecuatorianos aprobamos o desaprobamos la actividad del presidente y de las bancadas que han sido las protagonistas en las decisiones legislativas y de los escándalos nacionales.
Frente a la realidad parlamentaria de la que somos testigos, sería de preguntarnos, si la expresión “bancada” es la correcta para identificar a quienes forman parte de los movimientos o partidos políticos que tienen mayor representación en la asamblea; o si lo correcto sería llamar “bandada”, término que hace alusión a un grupo numeroso de insectos que vuelan juntos, quedando a la imaginación del lector (avispa, abeja-zángano-, polilla) o a ese grupo de animales de una misma especie que van juntos, que de acuerdo a imaginación de la persona de calle se dice puede ser lo que usted está pensando. Y es que ante los resultados de gestión y percepción ciudadanía le apostamos a lo segundo, sonríe la abuela de la casa. Ergo, una “bandada” que una vez en el poder ya no responden a la voluntad de los electores sino apuestan a sus intereses personales, grupales o a la voz del caudillo.
Presidente y bandadas, perdón bancadas, tienen un doce por ciento de aprobación, llamando la atención UNES que tiene mayor porcentaje lo cual debe ser considerado desde lo político para estas elecciones y las que vendrán. Entonces, frente a esa cifra, el denominador común de la desaprobación es de sobre el 70 por ciento, en buen romance presidente y asambleístas son la última rueda del coche y el hazme reír del pueblo ecuatoriano con una gran dosis de indignación.
En lo que se han destacado entre otros, está la metida de mano a la justicia, pues la Función Judicial está politizada ahora más que nunca, tan ese así que quedó registrada en la memoria social el encuentro clandestino de los primos, es decir los presidentes de la asamblea y la corte nacional y un asambleísta de una de las bandadas.
A esto se suma, la aprobación de la “ley de seguridad integral” entre gallos y media noche como dice la conseja popular, claro ejemplo de populismo penal al aumentar las penas a los delitos existentes, sin que esa sea la solución al problema, pues las leyes más severas no disminuyen los índices de criminalidad, sino en veces aumentan los costos de la corrupción. Y todo ello en ese afán de congraciarse con la ciudadanía en tiempo de elecciones.
Y para rematar con chusca vanidad, una asambleísta que forma parte de una bandada legislativa hace alarde de haber conseguido que se declare el “Día Nacional del Biscocho, Manjar y Queso de Hoja”, demostrando para que sirven entre otros menesteres, menos para los que están obligados por mandato constitucional como es el de legislar.
La “asamblea nacional” con minúsculas es el hazme reír del pueblo ecuatoriano. Y para concluir, dicen por ahí que el presidente de la asamblea que al parecer anda suelto, cual “Fabiolo” hace algunos años, está queriendo ser Inquilino de Carondelet. El tiempo lo dirá. Mientras tanto me quedo con lo de bandada y no bancada.