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El Telégrafo

Bahía de Cochinos. 50 años

15 de abril de 2011

El 17  de abril del año 1961, grupos  armados de desterrados de Cuba, agrupados en la brigada 2506, invadieron la patria de Martí para  derrocar el gobierno revolucionario presidido por el comandante Fidel Castro Ruz, y sustituirlo, mediante esta acción, por un régimen provisional  surgido del enclave revoltoso del exilio cubano  en Miami.

Gobierno que sería aparentemente reconocido por algunos países  integrantes de la OEA.

La irrupción tumultuosa  en la isla antillana se inició en Puerto Cabezas en la  Nicaragua dominada por la dinastía  somocista. La flota asaltante estaba integrada por 5 buques, 36 lanchas y 3 barcazas, en donde, abigarrados  más de 1.500 hombres, entrenados  en las bases militares  situadas en Guatemala y Honduras, se confundían con los blindados,  piezas de artillería  y los pertrechos destinados a  crear una cabeza de playa que pudiera mostrarse a todo el orbe  como una ficción de “territorio liberado”. Su arrogante actitud,  no solo frente a la revolución cubana sino también contra la nación  guatemalteca  que los amparaba -según se conoce-, solventó  un conflicto  militar interno  que casi termina en un golpe de Estado contra el presidente de ese entonces,  Miguel Idígoras Fuentes.

El sitio marcado  por la CIA para el desembarco -según documentos desclasificados- fue  la denominada  Bahía de Cochinos,  situada en cercanías de la ciénega de Zapata.

El día anterior, la aviación  facciosa  había  bombardeado aeropuertos  en La Habana, Santiago  y la base de San Antonio de los Baños,  dejando varios  muertos y heridos.  Empero,  el ataque  sedicioso  se encuentra inesperadamente con una resistencia insospechada, las bisoñas milicias campesinas los detienen  casi desde el momento en que hollaron suelo cubano, luego llegaron los batallones del ejército rebelde, vencedor en su lucha a la dictadura de Batista, y los  escuadrones de la Policía nacional. Los enfrentamientos  son cruentos. En las arenas y los manglares de  lugares como Playa Larga, Playa Girón, el “pueblo uniformado”  ha frenado totalmente la incursión.

En el anochecer  del 19 de abril de 1961 se escucha el comunicado número cuatro del Gobierno revolucionario.

Anuncia la derrota completa  y la rendición y captura  de los invasores. En 72 horas se ha desbaratado  una  actividad conspirativa  que se construyó en dos años y cuyo costo  ascendió a millones de dólares, el fiasco para la agencia central de inteligencia norteamericana  es  monumental  y le cuesta  la salida a su director, el sombrío Allan Dulles.

El presidente Kennedy, heredero de la  aventura de Bahía de Cochinos, sufrió también los efectos de la derrota de Playa Girón. Es posible que algunas de las conjeturas que se han vertido respecto a su trágica muerte correspondan a  estos acontecimientos  que se sustentaron hace media centuria.

Hoy, la República de Cuba, con todas las dificultades  que significan el bloqueo  comercial por parte de la potencia más poderosa del mundo, ha seguido estando  y construye, en medio de las mayores dificultades que se puedan  imaginar, una sociedad más justa, culta  y solidaria, con indicadores sociales y de crecimiento humano  superiores y comparables a los Estados desarrollados de la Tierra. Estoy cierto  de que  estos éxitos indudables  no habrían sido posibles  sin el triunfo de las armas patrióticas cubanas en Bahía de Cochinos, hace 50 años.

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