En el conocido programa que dirige Mirtha Legrand, en el canal argentino internacional que forma parte del grupo Clarín, la semana pasada se presentó el candidato Mauricio Macri junto a su compañera de binomio y otras personas, como el presidente de la Asociación de Propietarios Rurales, el poderoso grupo de terratenientes que lo apoya. Todos centraron su discurso en la crítica a la acción desarrollada por los Kirchner, Néstor y Cristina, y faltaron calificativos para denigrar la obra desarrollada por sus gobiernos.
Otra de las invitadas fue la colombiana Patricia Janiot, ‘estrella’ de la cadena norteamericana CNN. Ella preguntó, refiriéndose al supuesto fracaso de los regímenes kirchneristas, por qué razón el posible sucesor de la tendencia, Daniel Scioli, y su compañero de fórmula, Carlos Zannini, lideraban las encuestas electorales. Se notó cierta confusión entre los presentes, incluyendo a la artista que presidía la reunión. Uno de ellos expresó -aunque parezca increíble- que ello sucedía porque “no todos los argentinos se daban cuenta de lo mal que estaban”, pues ingenuamente creían que, con esos gobiernos, su situación había mejorado.
Durante todo el programa se hicieron repetidos llamados a quienes apoyan otras candidaturas y en especial a los seguidores de Sergio Massa -el tercero entre los probables vencedores-, a fin de que se sumen a Macri y así eviten -según ellos- que continúe el desastre nacional. Esgrimieron la tesis del voto útil, repitiendo que únicamente Macri tiene la posibilidad de ganar a Scioli, aunque sea en segunda vuelta, la cual constituye su gran aspiración y esperanza, pues esperan que la mayoría de los votos no gobiernistas se sumen a su candidatura.
Paradójicamente, en la última etapa de su campaña, Macri ha insistido en rescatar ciertas políticas del gobierno de Cristina y ha llegado a develar un busto del General Juan Perón, en un guiño hacia los grupos del Movimiento, resentidos o alejados del kirchnerismo. Sin embargo, ante una pregunta de la periodista Janiot, acerca de si en el combate al narcotráfico pediría la ayuda activa de Estados Unidos, traducida en armas y soldados, contestó afirmativamente, lo que marca un distanciamiento total de las posiciones soberanistas e independientes de los dos últimos gobiernos.
Argentina afronta un proceso eleccionario en el cual se decide el futuro de la nación. Los logros sociales alcanzados en salud, educación, vivienda y los intangibles como el impulso a los procesos de integración, corren un serio riesgo en el caso de que triunfe el representante de la restauración conservadora más auténtico. Macri y el sector que lo apoya son la antítesis del gran movimiento social que rescató el país del desastre en que lo dejaron los gobiernos precedentes. La vuelta al neoliberalismo marcaría un retroceso histórico no solo para Argentina sino para todos los esfuerzos progresistas del subcontinente.
El triunfo del Frente para la Victoria garantiza la presencia de Argentina en la construcción de la Gran Patria Latinoamericana. (O)