Construir buenas carreteras puede ser considerado un apoyo al turismo y desde el Mintur el hacer promoción del país en el extranjero es la esencia de su gestión a lo que se agrega algo de promoción interna y capacitación; a partir de ahí, el resto corresponde a la iniciativa privada, comunitaria o de gobiernos seccionales.
Sin embargo el apoyo al turismo puede ir mucho más lejos desde la gestión estatal, si se desea que esta actividad emerja como la gran fuente de empleo e ingreso de divisas que puede llegar a ser, pero el sector está empezando a achicarse ya que desde el Estado no hay el apoyo requerido.
La promoción interna debe aumentar, Ecuador es un país lleno de desconocidos, 90% de los ecuatorianos desconocemos el 90% del país. Los canales vinculados al Estado deben tener una programación nacional enfocada al conocimiento y la capacitación permanente de nuestros pueblos. El turismo debe ser un eje transversal entre todos los ministerios. Debe haber un acuerdo con todos los sectores productivos motivado por el Mintur.
Los vehículos para el turismo deben tener liberación de impuestos y debe permitirse que el transporte turístico se modernice fuera de las manos de los oscuros gremios transportistas.
En ciudades lejanas o de difícil acceso se debe impulsar puertos libres –húmedos o secos- que motiven el turismo de compras.
La tecnología y el equipamiento turístico tienen que estar liberados de aranceles. El Presidente aspira a que hagamos chocolate con el mejor cacao del mundo, pero los equipos artesanales no existen en el país e importarlos los vuelve inalcanzables; igual de inaccesible es una buena cafetera, juguera o cerraduras digitales.
La promoción interna debe ir direccionada a las poblaciones que cumplen requisitos estatales para ser destinos turísticos –especialmente infraestructura y seguridad- y no a cualquier municipio que muestra la foto de un atardecer.
Si queremos desarrollar el Ecoturismo (un sitio mientras más ecológico es, más tecnológico debe ser) se necesita importar equipamiento de energía alternativa limpia que dure 20 años y así la gente vinculada a la preservación tendrá mejor calidad de vida y de servicio.
En estos días que recorro España, se siente la seguridad. Primero en las empresas prestadoras de servicios que tienen controles estatales impresionantes y al día, y luego en el entorno ciudadano, la policía es respetada y cualquier ciudadano puede hacerse policía.
La gente –millones- viene a España no porque es barata, sino porque es segura.