Aportes para la comprensión compleja de la realidad: Albert Einstein y la teoría de la relatividad (4)

Albert Einstein (1879 - 1955), alemán de nacimiento y universal por su pensamiento. Hasta el presente, el más importante en la historia de las ciencias. No se comprendería el universo y no se hubiera construido la mayoría de las teorías científicas y artefactos actuales que han transformado nuestra vida sin la teoría de la relatividad restringida, planteada hace 110 años y la teoría de la relatividad general, hace 100 años.

Principio es una máxima, verdad o idea que sirve de fundamento a otras acciones o fenómenos para dominar una teoría. Teoría es un conjunto de conocimientos que forman un sistema acerca de un asunto en un dominio determinado. A los principios generales, los científicos los llaman teorías. Cuando las teorías se han comprobado se elevan de categoría y se convierten en leyes. Hablando estrictamente a la llamada teoría de la relatividad, desde hace mucho tiempo debemos llamarla Ley de la Relatividad General.

La ecuación que formuló Einstein, E=mc2  es una de las inspiraciones más grandes de la mente humana. A pesar de que muchas de sus aplicaciones científicas nos rodean, sus fenómenos son demasiados pequeños para ser percibidos directamente por nuestros sentidos.

Einstein descubrió que la energía y la masa son aspectos diferentes e intercambiables, que se puede llamar masa-energía. Su fórmula permite calcular cuánta energía equivale a cuánta masa, y viceversa. “En la ecuación  m corresponde a una cantidad de masa determinada y E es la cantidad equivalente de energía, la ecuación nos dice que podemos determinar la cantidad de energía sencillamente multiplicando m por un número representado por c2. (El número c2 es enormemente grande y supone el cuadrado de la velocidad de la luz, lo que permite obtener una enorme cantidad de energía a partir de una cantidad de masa diminuta” (Robert L. Wolke).

A diferencia de Isaac Newton, que consideraba que el espacio y tiempo son absolutos, Einstein planteó que son relativos, dependiendo del punto de referencia del observador.

La teoría de la relatividad es muy poco conocida fuera del campo de los especialistas. Pertenece a  las teorías de altísimo grado de complejidad. “Es un cambio radical sobre las nociones de espacio, el tiempo y la masa y permite penetrar lo más profundamente en el conocimiento de cómo el mundo está verdaderamente construido” (L. Landau. Y. Rumer).

Para muchos, la teoría de la relatividad es que “todo es relativo”, lo que es inexacto. Debiera decirse que “todo es relativo, de acuerdo a un punto de referencia”.

Sin embargo, existen ejemplos sencillos que permiten comprenderla. Si alguien se encuentra en un tren corriendo a 20 kilómetros por hora, cree que esa es su velocidad de movimiento. Si otro observa desde afuera sumaría los 30 kilómetros por hora que se mueve el tren. Otras personas aumentarían el movimiento de rotación sobre el propio eje del planeta, el de traslación alrededor del Sol, el de traslación del sistema solar, etc.

Si dos personas se encuentran de frente y alguien dice “virar a la derecha”, es diferente de virar a mi derecha. La hora varía desde los meridianos donde se encuentran en el mismo instante, en uno podrían ser las 12 a.m. y en otro las 12 p.m. Diferente se percibe la realidad desde el yo, el tú, los otros, que desde nosotros y ellos. El tiempo con la persona amada nos parece un instante y sufriendo tortura, eterno. Diferente es vivir con la sensación de llenura en el estómago y muchos otros que lo sienten vacío y con hambre.

En lo interpersonal, el legado más importante de la teoría de la relatividad es aprender a ser tolerantes, a respetar los puntos de vista de cada ser humano, que son importantes desde el punto de referencia y perspectiva de cada uno y  pueden hacer un llamado al encuentro, a la meditación, a la paz, al amor o la guerra, pero sin obligar a los otros. (O)