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El Telégrafo
Oswaldo Paz y Miño

Ante la perversidad de un paro sedicioso, un libro humanista grandioso

29 de junio de 2022

En momentos en los que nuestro país se encuentra atrapado en un vorágine de violencia, por más de quince días, a pretexto de una tapiñada protesta mentirosamente llamada pacífica, por su radicales líderes, y han sido emboscados esperemos pronto saber por quien, en la tarde en que se escribe esta crónica, militares y policías ecuatorianos que custodiaban un convoy que con combustible se dirigía a Sushufindi, dejando como resultado un muerto y varios heridos. Para edulcorar tanto episodio violento antipatriota, y para variar el tono de líderes indígenas que dicen que quieren dialogar y llegan con agenda inamovible, por un lado,  y por otro los ultras del correísmo que les hacen barra y grupo para destituir al gobierno constitucional y legal del Presidente Lasso, hemos escogido especial, material que resuma sabiduría, ciencia, investigación historia, conocimiento, propuesta de lectura y memoria, que se condensa en un nuevo tomo escrito por el científico, neurólogo ecuatoriano, escritor, miembro de la Academia de Historia del país, el Dr. Ramiro Montenegro que lleva por título LA NEUROLOGÍA Y LA EPILEPSIA EN EL ECUADOR.

En presentación impecable, cual suelen ser las obras del autor en un libro de 222 páginas, se ha escrito con detalles que tienen su génesis en la historia de la medicina y especialmente en la Neurología y la Epilepsia toda una revisión de estas disciplinas en el mundo desde las civilizaciones antiguas sumeria, egipcia y romana, La epilepsia en China, en la India en Grecia, en la Edad Media, El renacimiento, y en los siglos XVIII, XIX hasta el XX. No se ha descartado La neurología y la epilepsia en la época aborigen , en la Colonia y en la República. Como se apreciará del resumen inicial que abarca los tres primero Capítulos, para los que no profesamos la humanista ciencia médica, el material de lectura es inédito, original, no constatable documentadamente en otras obras, y tan especifico en un contenido cultural trascendente, y mucho tiempo invisibilizado en nuestro medio.

Si lo dicho de las primero capítulos impresiona, desde el tercero en adelante, la investigación  simplemente brillante, se desarrolla en veinte y tres más, que abordan con microscopio histórico la Neurología cual disciplina médica en la historia de la humanidad y con un certero diagnóstico de la evolución de tan importante saber en el Ecuador: “Nuestro país por desgracias debido a su ubicación geográfica se perdió de muchos capítulos de la evolución de la Neurología, se conformó apenas con descripciones de deducción  de los antiguos cronistas coloniales y las noticias que con notable retraso llegaban de la atrasada España de aquellas épocas, hasta que recién inaugurado el siglo XX, aparecen los primero indicios de talentosos médicos interesados en las neurociencias. Cuando discurría la segunda mitad de la década de los 70 se produce el despertar colectivo por el interés en las neurociencias y un  crecimiento inusitado y sostenido que, comenzando en la ciudades de Guayaquil y Quito progresivamente abarca a varias provincias y el país ya está presente en los foros científicos, convoca a expertos internacionales para nutrirse de sus enseñanzas y poco a poco produce trabajos de investigación y publicaciones serias y de contenido útil que es consultado por investigadores nacionales y extranjeros, lo que ya constituye, un motivo de orgullo para la medicina nacional.” Págs. 11 y12.

El autor destaca expresamente la tarea científica, humana y sobre todo social de los neurólogos del país muchos de los cuales están referidos con datos y documentos biográficos en materia de una especialidad trascendente, cual es la Epilepsia, de la que es miembro fundador de la Fundación Epilepsia entidad que ha cumplido obra social de trascendencia, especialmente en personas de escasos recursos, que no ha tenido como costearse el pago de un médico tratante. Es destacable el esfuerzo, y el accionar solidario de galenos que como el doctor Montenegro han hecho de la práctica de su profesión, un apostolado, ya que en el conjunto de la sociedad, las personas con epilepsia,  sufren abierta discriminación, y rechazo, es claro que  dada la ignorancia o la perversidad las oportunidades para una vida digna les son escasas, son personas que suelen ser mal tratadas, excluidas y con pocas oportunidades en todos los aspectos de la vida en comunidad, en especial, en el laboral, y cuando niños en escuelas y colegios, ante la obligación incumplida del Estado y de los gobernantes de crear entidades tanto médicas, cuanto educativas para niños y jóvenes con epilepsia.

Enhorabuena por el trabajo intenso, del Doctor, Ramiro Montenegro, su libro es un aporte y un llamado de atención a que El Estado y el gobierno, le presten atención a enfermades como la epilepsia, el Parkinson o a síndromes como el autismo.   

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