Periodistas y articulistas nos quieren inocular que pensar es un pecado, un don vedado al ciudadano, quien discierne por sí mismo es un profano un pagano social, la situación es tal como la describe el canal de tv, el pasado del funcionario es decretado por el periodista y no hay derecho que nos asista a la réplica cuando somos violentados por estos seres que nos conceden su infinita y celestial sabiduría a través de la cofradía llamada medios de comunicación, organización formada por entes libres de tentación, benditos entre nosotros los pecadores, estos ángeles feroces nos muelen a coces por nuestro bien y también destrozan a los mandatarios, los comunicadores son fedatarios de la verdad que mana por sus labios sagrados, sus pcs benditas, sus micrófonos consagrados.
Y si los periodistas son ángeles, los dueños de los medios de comunicación son arcángeles, a quienes hay que venerar sus designios atesorar y dichosos estar. Gracias a ellos tenemos democracia y sería una blasfemia que se sancione a estos semidioses y quien se los envalentone, es un renegado condenado a las calderas del infierno, este averno por ellos administrado, donde están demonios y entrevistadoras fatales que purifican con su lengua nuestros males, cuyas sentencias sacrosantas son tantas que aquí todo mundo de algo es culpable y de mucho responsable, menos los periodistas, ell@s en su pureza son una rareza de virginidad mental exenta de todo mal, sapiencia absoluta, mentalidad astuta, imparcialidad incondicional, nacen con genes de Einstein, Leónidas y Gandhi, su iluminación nos libra de la perdición, jamás se equivocan nada trastocan, el temor y el dolor no está en ell@s y su compasión por nosotros los ignorantes es infinita … y además gratuita, en sus bocas no hay insultos y sus exabruptos no merecen sanción, son la salvación de la nación.
La libertad de expresión es para ellos reemplazar nuestra opinión por injurias y falsedades, perversidades que no pueden ir contra los periodistas, ellos son racistas, las maldades generales son para el resto de la sociedad no para su hermandad que monopoliza la credibilidad.
El mito del periodista inmaculado y salvador da terror. Un columnista ofuscado otra vez es enjuiciado por distorsionador y por primera vez se habla de responsabilidad ulterior ¡Qué pavor! El director del periódico también será procesado. Un ángel y su arcángel tienen el claro mensaje que el periodismo perverso debe llegar a su fin.