Si hay algo que produce un estado de discapacidad en una persona adulta es no saber usar una computadora y cómo acceder a Internet, porque casi todo lo que uno tiene que saber o hacer necesita de la web.
Como la sociedad moderna exige estar “conectado” para ser parte del mundo laboral, la aparición de nuevas tecnologías produjo una nueva clase de analfabetos, los digitales, que por desconocerlas no tienen acceso a sus beneficios.
Sin ir lejos, la mayoría de nuestras obligaciones como ciudadanos se cumple por Internet o de acuerdo con las instrucciones que suministran las entidades públicas en sus páginas web y el que no sabe cómo hacerlo o no tiene quien le ayude debe pagar por ello, lo que resulta excluyente.
El acceso al empleo y al emprendimiento es tal vez lo que más se entorpece por el analfabetismo digital y es una de las causas principales por la que miles de personas se ven marginadas de oportunidades para acceder al trabajo.
Además de ser un obstáculo para conseguir empleo porque las ofertas y aplicaciones se hacen vía Internet, es un factor limitante para quienes, por ciertas condiciones especiales o en razón de su edad, no pueden ingresar al mercado laboral, pero sí pueden ser productivos y están en condiciones de iniciar un negocio.
Internet brinda toda clase de herramientas, desde educación en línea, cursos especializados, asesorías, tutoriales, videos sobre cómo hacer las cosas, páginas que enseñan cómo desarrollar emprendimientos, hasta ideas inspiradoras; pero a quien no está en esa “onda” ni se le ocurre investigar.
El analfabetismo digital niega el acceso a oportunidades de entretenimiento porque la web es un universo de distracción y cultura, que permite viajar virtualmente por el mundo, ver películas y videos, leer toda clase de publicaciones, oír miles en emisoras de radio, ver televisión, sin dejar de lado las posibilidades de interrelacionarse a través de las redes sociales. Trabajar en este tema puede aportar una mejor calidad de vida a muchas personas.
El analfabetismo digital también impide el desarrollo del comercio en línea, niega la oportunidad de usar servicios bancarios sin sobrecostos y nos obliga a perder el tiempo haciendo colas y diligencias innecesarias.
Es importante que el Estado impulse la masificación de la educación en sistemas para las personas adultas y adultos mayores. Es necesario que ofrezca formas de actualización que permitan que la gente que tiene conocimientos en TIC -Tecnología de la Información y la Comunicación- no quede en la obsolescencia debido a la velocidad con que estas evolucionan.