Ícaro y su padre, el arquitecto Dédalo, estaban retenidos en la isla de Creta por el rey Minos. Dédalo decidió escapar de la isla y al ver que Minos controlaba la tierra y el mar, trabajó en la fabricación de alas para él y su joven hijo, Ícaro. Enlazó plumas entre sí, uniendo con hilo las plumas centrales y con cera las laterales, dando al conjunto la suave curvatura de las alas de un pájaro.
Al terminar el trabajo, Dédalo batió sus alas y pudo suspenderse en el aire, equipó a su hijo de la misma manera y le enseñó cómo volar. Dédalo advirtió a Ícaro que no volase demasiado alto, porque el calor del sol derretiría la cera, ni demasiado bajo, porque la espuma del mar mojaría las alas y podría caer. Ícaro inició entusiasmado un rápido ascenso, el ardiente sol ablandó la cera que mantenía unidas las plumas y se despegaron. Ícaro cayó al mar.
La ambición es parte de la naturaleza humana. El mito de Ícaro representa esta característica de desear lo inalcanzable y perecer en el intento. Si bien esta condición ha permitido la consolidación de importantes liderazgos, ha tenido que acompañarse de cualidades, como la persistencia, el diálogo, la capacidad de interpretación o el sentido de oportunidad.
La importancia de medir los tiempos es fundamental para evitar caer en esa ansiedad generada por el deseo de llegar alto, sin cumplir pasos o procesos previos. La carrera de Winston Churchill en 1930 parecía acabada. El primer ministro británico, hoy considerado uno de los mayores estadistas de la historia, tuvo que soportar varios reveses a lo largo de su vida política. En 1915, Churchill dejó su cargo como primer lord del Almirantazgo a consecuencia del fracaso de las ofensivas aliadas en Galípoli.
Churchill no renunció a la idea de ser primer ministro de Reino Unido, pero aceptó que ese deseo debía postergarse. Cuando su carrera parecía acabada, estalló la II Guerra Mundial; el Primer Ministro aprovechó ese escenario al máximo. El destino hizo que Chamberlain dimitiera en 1940 y Churchill consiguió su objetivo. De no haber ocurrido aquella contienda, probablemente este personaje sería recordado en la actualidad solo por unos pocos especialistas.
En la política ecuatoriana, la ambición y búsqueda obsesionada por trascender en ámbitos de poder han afectado a varias figuras y carreras políticas, generando incluso severos impactos en la ciudadanía.
En la actualidad, genera gran inquietud esa urgencia de determinados actores, a quienes les seduce más el deseo de llegar a sitios estelares en el ámbito público, que pensar en los costos sociales que sus acciones pueden provocar. (O)