El acceso a la educación superior de pueblos y nacionalidades indígenas es absurdamente bajo en el país, diríamos que en general, del pueblo afroecuatoriano y montubio también. Las cifras de acceso nos indican que mientras el 71% de mestizos ingresan, apenas el 2.6% de indígenas logra matrícula a educación superior; las cifras de titulación son peores. Medidas paliativas de acción afirmativa en el acceso han resultado de bajo impacto dado el carácter estructural de la exclusión.
En esta semana, en la Asamblea Nacional, se presentó una moción para que la Universidad intercultural Amawtay Wasi tenga una ampliación del plazo para su institucionalización. Hay que recordar que, si bien la Universidad fue fundada en 2004, durante el gobierno de la revolución ciudadana fue suspendida porque se la midió con la misma vara estándar y occidental con que se lo hizo a otras universidades y, además, como represalia política por el retiro del apoyo del movimiento indígena al régimen.
Apenas en 2018, a través de las reformas a la Ley de Educación Superior, se hizo justicia estableciendo una comisión promotora para que esta universidad intercultural se restituya, dándole la categoría de pública y de carácter comunitario. Para ello se tuvo que declarar la extinción de los actos administrativos que ordenaron la suspensión de la Universidad en el período anterior. Ahora, en la votación de ampliación de plazo, los asambleístas correístas fueron los únicos que se abstuvieron de apoyar la propuesta, yéndose así contra la propia Constitución que ellos mismos crearon, pues ella prevé un sistema de educación intercultural bilingüe, dado que el país es intercultural.
El racismo se expresa de muchas formas, unas sutiles y otras más descarnadas. La exclusión a la Educación Superior a la que se ha condenado a los pueblos y nacionalidades indígenas, afros y montubios merece ser resarcida, no a través de que tengan acceso a educación y títulos mediocres, sino que puedan desarrollar proyectos académicos rigurosos e interculturales, entendido como la construcción de una ecología de saberes.
La institucionalización de la Universidad Amawtay Wasi constituirá una muestra palpable de que el Estado intercultural y plurinacional se empieza a concretar, y así se recuperan los saberes y culturas ancestrales, sustento de nuestra identidad.