Enaltece a todos los pueblos del Sur que el presidente Rafael Correa y el heroico pueblo de Ecuador, incluso encarando un asolador terremoto que dejó 661 muertos, 30 mil damnificados y monumentales daños materiales, preserve su mirada estratégica respecto del horizonte libertario y descolonizador que hemos elegido los pueblos latinoamericanos. Ecuador, en medio de este dolor, ha manifestado su rechazo a las declaraciones vilipendiosas e indignas del secretario general de la OEA, Sr. Almagro contra el pueblo de Venezuela y nuestro presidente Nicolás Maduro Moros.
¿Quién, en su sano juicio político, puede hoy excusarse de ver que a Venezuela le están propinando otro golpe de Estado? ¿Quién, con una pizca de experiencia en política internacional, no puede ver que Venezuela es un objetivo más de la política recolonizadora neoliberal en el continente? ¿Quién puede excusarse de ver que Venezuela está sometida a un vasto y cruel experimento de sabotaje y desestabilización humana mediante una inclemente operación de caotización de la derecha nacional bautizada por factores imperiales y agentes paramilitares como “la tormenta perfecta de la demanda insatisfecha”?
Irrespetar al presidente Nicolás Maduro Moros es irrespetar a nuestro pueblo y, a la par, a todos los pueblos de nuestra región. Su mandato constitucional emanó del poder soberano y democrático de los venezolanos, de nuestros votos, surgió de nuestra consciencia política, de nuestra historia, de nuestras elecciones transparentemente escrutadas por el mejor sistema electoral del mundo, según certifican los mejores expertos del planeta, incluidos expertos en sistemas electorales del Norte, tales como Jimmy Carter, quien seguramente goza de mayor credibilidad para algunas almas neocoloniales.
¿Busca el Sr. Almagro contribuir con el bloqueo económico-financiero, comercial, diplomático y mediático-cultural que sufrimos los venezolanos? ¿Busca Almagro un mayor acorralamiento civilizatorio contra una hermana nación tan sistemáticamente satanizada como lo fuera Haití y lo sigue siendo hoy todavía tan solo por atreverse merecer su libertad y autodeterminación a principios del siglo XIX? ¿Sabe Almagro de la guerra económica que Kissinger y Nixon promovieron en Chile en 1972?
Gracias, presidente Correa. Gracias, canciller Long, por aclararle a Almagro que tal no es su papel como Secretario General de la Organización de Estados Americanos. Gracias por aclararle que el colonialismo ha sido y sigue siendo la mayor fuente de usurpación de riquezas, así como de vejámenes contra nuestros pueblos.
Almagro, durante su posesión como Secretario General de la OEA, dijo: “En mí encontrarán un incansable luchador por la unidad americana, más preocupado en buscar soluciones prácticas y duraderas a los problemas de nuestra región que por la retórica y la estridencia en las declaraciones guiadas por una u otra ideología”.
La falta pasmosa de correspondencia entre la palabra empeñada y los actos a veces nos recuerdan la actitud impúdica que denunciaba el actor y humorista Groucho Marx: “Estos son mis principios. Si no le gustan, tengo otros”. O la tesis de la poeta Ella Wheeler Wilcox, quien decía: “Hay dos tipos de personas en la Tierra: aquellas que se elevan y aquellas que se inclinan”. Con la praxis libertaria de nuestro Padre Libertador Simón Bolívar siempre en alto; y de nuestro entrañable gigante eterno Hugo Chávez, le decimos: “Lo mismo es para Venezuela combatir contra España que contra el mundo entero, si todo el mundo la ofende”. (O)