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Ecuador, 22 de Noviembre de 2024
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El Telégrafo
Wilfrido Muñoz Cruz

Alinear la sociedad es emergente

14 de junio de 2024

Nos consta que estamos en problemas. Lo que va del año es déficit económico, falta de empleo, crisis energética y la violencia que no da tregua. A todo lo anterior habrá que añadir un punto crítico, “la corrupción”, que destruye las partes bien intencionadas de la política, capaz de permear por completo un sistema, que lesiona los principios básicos de la democracia. Hace creer que el Estado de derecho es relativo, la justicia selectiva. Tan bien le va a la corrupción que es recompensada, mientras la honestidad se vuelve un sacrificio y ahuyenta a quienes tienen una genuina vocación de servicio. Debemos recuperar al argumento ético, el abuso de poder y la impunidad son inmorales.

La naturaleza de la sociedad fallida muestra con clases de semántica barata que impiden el debate a políticos que surgen de la nada. No importa cuán competente eres. Lo que hizo el anterior es malo, porque el nuevo tiene razón. Vivimos entre los “gurús de la miseria”. En este Ecuador donde los acusados acusan y piden explicaciones, los malos sirven de ejemplo y los buenos de burla. Nos hacen creer que la víctima cuenta menos que el delincuente, como si la sociedad fuera siempre culpable. Hoy el pensamiento es único, se condena la política mientras se la ejerce. Parece que la democracia no es apta para sociedades ignorantes.

La trivialidad nos va ganando, estamos camino a un mundo enfermo de codicia. Ecuador ya no parece el país en el que crecí, cada día se deteriora más, algo nos ocurre que no sabemos dónde han quedado ocultas las mentes exitosas y la palabra consciente. La sociedad está decayendo hacia un prototipo de persona indiferente, endeble, miedosa y mediocre. Discutimos las apariencias, la frivolidad y la hipocresía. Pero, sigan creyendo que demostrarle desinterés a la población los hace ver importantes…

 Que impotencia me genera nuestra gente con un aire de tristeza en el rostro. Somos bendecidos a pesar de la tragedia y falta de sensibilidad ante la necesidad ajena. Tal vez por eso nos siguen viendo la cara. Sin embargo, estoy convencido de que quienes avanzan se esfuerzan más que el promedio, porque madrugan, estudian, trabajan; ellos no tienen suerte, tienen disciplina. Al puro estilo estoico; sin lamento, ni queja, porque eso agota. Financiarse la vida en las buenas y en las regulares sin esperar nada de nadie, menos del Estado. Hay cosas que no las resolverá ningún gobierno, las tenemos que corregir entre todos. Ojalá un día ya no seamos un porcentaje de miserables útiles y nos podamos convertir en compatriotas que luchamos por un mismo objetivo.

 

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