Inseguridad, expansión del narcotráfico y sus secuelas, carencia de servicios básicos, asesinatos en las cárceles, violencia y femicidios, desempleo, insatisfacción social y política, y unos cuántos etcéteras más ¿Puede haber un panorama más desolador?
¿Solo es responsabilidad de este gobierno o es de todos? ¿Cuáles son las eventuales salidas a estos graves problemas?
Toda construcción histórica es colectiva, sin embargo, hay unos que son más responsables que otros, fundamentalmente quienes tienen el poder y toman las decisiones que afectan a las mayorías. Como sociedad hemos estado en medio de decisiones erróneas, algunas porque han salido mal sin haberlas previsto y otras porque a propósito se tomaron para que favorezcan a pocos, en detrimento de los muchos.
Las salidas a los duros problemas que nos afectan también implican acciones colectivas, proyectos políticos y sociales que puedan destrabar estas dificultades convertidas en círculos viciosos; no obstante, soluciones hay y debe hacerse antes de que la desintegración social se vuelva irremediable.
Si alguna lección, aparte de la alegría que nos dejó la selección, fue el trabajo conjunto de un equipo con un objetivo compartido, la garra con la que sintieron su pertenencia y el estar en igualdad de condiciones como miembros de un grupo común. Si esto aplicamos a los proyectos de vida que como país tenemos que construir puede ser inspirador que en 2023 nos enfoquemos en trabajar en colectivo, en aquellos proyectos incluyentes, que nos reconocen como iguales, que tratan de acortar las distancias, que buscan democratizar no solo el Estado sino también la sociedad y la economía.
No todo está perdido, cuando recorremos nuestro hermoso país podemos mirar no sin cierta nostalgia la vida y la linda tierra que teníamos y que podemos recuperarla, como dice una canción De Miguel Bosé que la asocio a esta sensación de que hay algo que se ha perdido o se está perdiendo, pero que aún hay esperanza:
“Algún latido le queda a esta tierra,
que era tan serena cuando te quería,
había un perfume fresco que yo respiraba,
era tan bonita,
era así de grande
y no tenía fin”