Por iniciativa del Gobierno, la conducción de María Fernanda Espinosa, apoyo de Mireya Cárdenas y grupos juveniles, como la Juventud Bolivariana Alfarista, JBA, de AP, que preside Gastón Bustamante; se han realizado importantes actos recordatorios de los 100 años de la “Hoguera Bárbara” (28 de enero de 1912), con la que culminó la masacre del luchador Eloy Alfaro, que había liderado la Revolución Liberal, triunfante el 5 de junio de 1895, que inicia el entierro del poder terrateniente clerical dominante en el siglo 19.
El Gobierno ha honrado la memoria de ese combatiente, que inspira su proyecto político. Por ello se proclamó “Bolivariano y Alfarista”, realizó la Asamblea Constituyente en Montecristi, su tierra natal, que elaboró la Constitución vigente, aprobada por el pueblo, con la que se recuperan derechos y establece sólidas bases para la transformación del país, así como el Estado laico, pluricultural, multiétnico, de democracia participativa y soberano.
En su memoria y por el desarrollo de la nación se construyen las obras de infraestructura más grandes de todos los tiempos, sobre todo en materia petrolera, vial, educativa y de salud, la reconstrucción del ferrocarril, obra de integración nacional.
Se ha establecido toda una política de respeto a los derechos y se desarrollan proyectos y programas sociales, que favorecen a las grandes masas, incluyendo indios y montubios, a quienes tanto amó Alfaro, por los cuales luchó y con su apoyo triunfó.
El Gobierno ha librado una gran batalla por la defensa de nuestra soberanía, que se amplía a nivel internacional, en los frentes de la ONU, OEA, a través de Unasur, ALBA, etc.
En su seno, hoy mismo el presidente Correa denuncia viejos esquemas organizativos y de políticas, así como formas de financiamiento de entes como la CIDH, cuya praxis favorece a viejas trincas del continente, agrupadas en gremios como la SIP, que más allá de los Estados nacionales busca preservar y ampliar prácticas abusivas contra los gobiernos democráticos, a título de “defender” libertades como la de expresión, que las oligarquías jamás han respetado, violentando derechos del pueblo a una información veraz, oportuna, completa, irrespetando a los trabajadores de la prensa que no pueden ejercer con libertad sus labores y están atados a los intereses de los grandes propietarios de medios, parte fundamental del poder económico y político en nuestros países.
Inspirado en esta fuente histórica libertaria alfarista, denuncia en tales foros el neocolonialismo inglés en las islas Malvinas de Argentina, el inhumano bloqueo del imperialismo yanqui a Cuba y su pueblo, las viejas prácticas de la ONU, que cede a los imperios y contribuye a derrocar violentamente gobiernos, la persistencia de vicios institucionales como los de la OEA, cuando era Ministerio de Colonias de los EE.UU.
Eloy Alfaro está en la Revolución Ciudadana y el supremo objetivo de construir el Estado Democrático, Laico y Soberano está más vigente que nunca.
Alfaro vive en el presente siglo e inspira las luchas del pueblo ecuatoriano.