Lo que ocurrió el 18 de marzo en el aeropuerto de Guayaquil es un híbrido entre el surrealismo y el realismo mágico. Al más puro estilo de un “spaghetti western” de aquellos que dieron fama efímera a Terrence Hill y Bud Spencer, en “Trinity”, la alcaldesa Cynthia Viteri ordena ocupar, con vehículos municipales, la pista de aterrizaje del aeropuerto José Joaquín de Olmedo, para impedir, por la fuerza, el aterrizaje de aviones de KLM e Iberia que venían a repatriar a ciudadanos europeos varados en el Ecuador, en medio de la crisis del covid 19.
El acto insensato, ilegal y burdo no tiene antecedentes. La situación encaja en las películas de James Bond pero, de ninguna manera, puede aceptarse que la provoque la máxima autoridad de la muy respetable e histórica Perla del Pacífico.
Lo atrabiliario de la acción ya ha generado la justa y airada protesta de funcionarios del Parlamento Europeo y el deterioro de la imagen internacional del Ecuador, mostrándose como una nación irrespetuosa de las normas y tratados internacionales. Las consecuencias serán significativas en muchos órdenes.
Hemos conocido, por muchos años, la vehemencia e intemperancia de su mentor, Jaime Nebot. No obstante, mientras ejerció la alcaldía, no llegó a estos extremos de que hoy despliega su heredera en el sillón de Olmedo. Parecería que subliminalmente ha calado más en la psiquis de Cynthia Viteri, los comportamientos desbordados del prófugo, residente en Bélgica. Se recordará los estragos que aquel provocó un 30 de septiembre al acudir a resolver, a lo macho, una revuelta policial cuya solución no le correspondía. Se recordará también los conatos de pugilato que promovía en las calles cuando alguien le hacía una mala seña y el desafío a puñetes a Andrés Páez.
Un mandatario nacional o municipal, aparte de inteligencia y conocimiento, debe poseer juicio, sentido común, ubicación. La prepotencia a nada bueno conduce. El papelón de Viteri ha sido muy grande y flaco favor le ha hecho a su mentor social cristiano en sus afanes presidenciales. De corazón esperamos que se recupere del covid 19 y que ayude a resolver las secuelas del desaguisado. (O)