La justicia es algo grande. La implementación y vigencia de la justicia es el estado de derecho. Justicia y estado de derecho es lo mismo. Un juez justo es aquel que actúa en apego y cumplimiento de las leyes en todas y cada una de sus resoluciones judiciales: así conozco y así actúa en derecho el juez Ronald Guerrero.
Un magistrado digno, intachable, probó. Ronald práctica la inteligencia en derecho y él mismo es hombre de ley y de decisiones justas.
En este tiempo, el país está envuelto en polémicas decisiones judiciales que no le hacen honor a una buena práctica judicial. Pero no hay que generalizar. Por eso me refiero al juez Ronald Guerrero. Él acaba de dictar un fallo judicial en el caso Norero que es una verdadera cátedra de jurisprudencia por el alto contenido académico del fallo. Ordenó la incautación de todos los bienes de los procesados y el llamamiento a juicio a catorce de los dieciséis acusados por la Fiscalía.
He leído el fallo y es altamente ilustrativo para la ciencia penal por lo que aporta con claridad jurídica.
La actuación de jueces probos traen probidad a la justicia. Hay energías que nunca deben irse de nuestra existencia. Constituyen el equilibrio perfecto para una vida y existencia digna y honrada: una vida de paz y trabajo.
La resolución judicial en el caso Norero dictada por el juez de la causa, el Dr Ronald Guerrero, nos devuelve a la sociedad la certeza de que hay jueces rectos, que reivindican la grandeza de la justicia.