La ministra Katiuska King presentó la AGENDA DE LA POLÍTICA ECONÓMICA PARA EL BUEN VIVIR. Este Gobierno la hizo posible, para la aplicación coherente de medidas para mejorar la producción, la productividad y la vida, racionalizando la administración pública de la economía.
Se me invitó a comentarla y afirmé que:
Es una guía de acción ordenada, que cohesiona a los ejecutores; observa los objetivos nacionales y las metas del plan de desarrollo, busca preservar los derechos de las generaciones venideras y la naturaleza.
Observa a plenitud la soberanía y la dignidad del país, por ello está divorciada del FMI y sus políticas neoliberales; se protege del capitalismo de rapiña, que utiliza la globalización, para disminuir, desprestigiar y atracar al Estado; liberaliza la economía, para explotar más a los trabajadores, posibilita la especulación, exporta ahorro; por fin, obliga a través de los TLC y otros a un indiscriminado aperturismo, afectando a los productores nacionales.
Busca generar empleo y redistribuir la riqueza, sobre la base de la Constitución, que obliga a la administración estatal de los sectores estratégicos (agua, recursos no renovables, energía, biodiversidad, etc.), la entrega de servicios públicos de calidad, la organización de la economía social solidaria y desarrollar el plan social Sumak Kawsay, con políticas redistributivas, en beneficio de los pobres.
Es base de continuación de la acción del Gobierno, que desde 2007 permitió recuperar la soberanía y el petróleo, fortalecer la infraestructura y el presupuesto, en lo social y productivo, renegociar la deuda, retomar la planificación y defender lo público.
Prevé la crisis capitalista mundial y contempla medidas para atenuar sus efectos, sobre todo diversificando mercados y fuentes de financiamiento externo, así como aplicando políticas de fomento de las exportaciones y restricción selectiva de las importaciones, para asegurar liquidez en la economía.
Mantiene controles para que el sector financiero se democratice y canalice recursos hacia la inversión productiva; esto es, se aleja de las bases neoliberales que organizaron la especulación y busca el desarrollo endógeno estimulando la producción.
ES UNA BUENA AGENDA, entierra las “cartas de intención” los “paquetazos” y “salvatajes”.
Su aplicación exige rediseñar POLÍTICA DE ALIANZAS, a fin de incorporar a la REVOLUCIÓN CIUDADANA a todos los que la apoyan, luchadores sociales relegados por tecnócratas y otros ajenos al proyecto revolucionario.