Nuestra Constitución de 2008 avanzó en el reconocimiento de derechos, de la plurinacionalidad e interculturalidad; en lo internacional, la Asamblea General de las Naciones Unidas en el marco del Sexagésimo Octavo período de sesiones (2013), aprobó la Resolución 68/237: Proclamación del Decenio Internacional de los Afrodescendientes, que inició el 1 de enero de 2015 y terminará el 31 de diciembre de 2024, con el tema “Afrodescendientes: reconocimiento, justicia y desarrollo”.
Es destacable también en este ámbito la labor de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) en materia de etnoeducación, justamente hace poco visitó el país Firmín Edouard Matoko, subdirector general Prioridad África y Relaciones Exteriores.
En lo académico, la Universidad Andina Simón Bolívar, sede Ecuador, viene trabajando por casi dos décadas con poblaciones afroecuatorianas y afro-andinas, a través del Fondo Afroandino “Juan García Salazar” y de la Cátedra de Estudios Afroandinos; en suma, impulsa la visibilización del conocimiento, cultura, identidad y su contribución a nuestros países.
Las tareas pendientes en lo público tienen que ver con la creación de dispositivos legales e institucionales sobre medidas de reparaciones históricas y acciones afirmativas, combate a la discriminación, educación y formación de mujeres negras, lineamientos y ayudas financieras para estudios de pregrado y posgrado, diseño de programas científicos sobre estudios africanos y de la diáspora afrodescendiente, fortalecimiento de la educación para la diversidad, cambios en el ministerio del ramo y en el sistema educativo nacional, ejecución de investigaciones y publicaciones.
Si de verdad queremos un país intercultural en donde la igualdad sea principio orientador en la toma de decisiones para la convivencia pacífica, es tarea esencial reconocer en todos los espacios que la negritud encarna una riqueza tan valiosa como la de otros pueblos, por esto mismo, merece ser apreciada en toda su dimensión. (O)