España decidió fomentar el turismo y resaltar su paisajismo, retirando todo tipo de rotulación -pública y privada- de sus carreteras. La polémica se levantó al tratar de retirar las publicidades del toro negro del brandy Osborne, estructuras metálicas en forma de toro, que de elementos publicitarios fueron considerados parte de la identidad española. Igual trato recibieron las gigantescas estructuras del jerez Tío Pepe.
En Estados Unidos tampoco existe en sus carreteras grandes vallas publicitarias que desentonen con el paisaje ni distraigan a los conductores, pero sí hay abundante señalética estandarizada en tamaño y formato, antes de cada ciudad, que indica los servicios y marcas turísticas que el visitante puede escoger y contratar a su conveniencia.
El Acuerdo 080 del 10 de octubre/12 del Ministerio de OOPP firmado por la Arq. María de los Ángeles Duarte dispone a los Directores Provinciales de esta cartera "el inmediato retiro de la franja que comprende el derecho de vía en la red estatal, de estructuras de pórticos, vallas, rótulos, anuncios y demás aprestos publicitarios; cuyas licencias o permisos de instalación se encuentren vencidos... El acuerdo también menciona en diferente párrafos: "...las estructuras y demás elementos serán removidos ... Para el cobro de los valores ... (se) podrá hacer uso del procedimiento coactivo ... se podrá solicitar el auxilio de la fuerza pública ... continuarán las acciones judiciales respectivas...".
El acuerdo que en el quinto considerando busca eliminar "obstáculos y como tales factores de riesgo para la seguridad vial" no contempla cuestiones paisajísticas ni turísticas, tampoco se ordena el retiro de la publicidad estatal.
En provincias como Tungurahua y Pastaza ya se ha procedido a retirar rótulos y vallas de quienes no lo hicieron en el plazo de quince días a partir de la notificación.
Sin rotulación ningún negocio ubicado en una carretera, cruce de vías o a unas docenas de metros de las carreteras estatales, tiene opción de que el turista llegue a sus instalaciones. El Mintur, promotor incansable del turismo de naturaleza, el mismo que precisamente está al borde de las carreteras, deberá iniciar acciones urgentes que compensen el vacío informativo y anonimato en que quedan las instalaciones turísticas.