Una de las iniciativas en las que el gobierno nacional está colocando esfuerzos es la convocatoria al llamado Acuerdo Nacional que toma en cuenta algunos ejes como los referentes a educación, seguridad social, competitividad, empleo e innovación, sobre los que se han establecido mesas de trabajo para involucrar a los diversos actores que tienen incidencia en los temas mencionados.
Es indudable que son aspectos cruciales y relevantes para el país, y respecto de los cuales siempre he planteado la necesidad de que se establezcan políticas de Estado, que no cambien cuando se renueven las autoridades o se elijan nuevos gobernantes, de tal manera que podamos tener políticas ciertas, de largo aliento que vayan más allá de la coyuntura política o de las ofertas de campaña.
Los diálogos deben ser honestos y comprometidos, estableciéndose que las decisiones de las partes se cumplan y tengan permanencia, para que podamos ser efectivos y avanzar proactivamente en los ámbitos señalados, dejando de lado los intereses personales, empresariales, puntuales y más bien pensando en el beneficio del país.
Estoy convencida que cuando el país es el que gana, somos también los ciudadanos los beneficiarios; si el Ecuador es exitoso, los ecuatorianos podremos ver con mayores expectativas el futuro.
Otra cosa que es importante relievar es la planificación de largo aliento, sabiéndose que eso no implica el que no se reconozcan los cambios imprescindibles en un mundo que se modifica a sí mismo y que implica grandes desafíos de los que ningún país puede escapar, con la flexibilidad que los avances científicos y tecnológicos nos exigen en el día a día.
Responder al llamado del gobierno en torno a estas mesas de diálogo, es una responsabilidad que debe asumirse desde los diferentes sectores, siempre que este diálogo sea amplio, abierto, inspire confianza y se vea un horizonte en el corto y mediano plazo, que signifique el que todos los actores lo sean de buena voluntad y con transparencia.
La necesidad de concertar en los grandes objetivos nacionales, en el cómo y el cuándo lograrlos, forma parte del Ecuador que se quiere construir. (O)