La actual crisis en la Franja de Gaza, ocasionada por el ataque del grupo terrorista Hamás al Estado de Israel, con el secuestro de decenas de civiles, trae consecuencias impensadas en las diferentes latitudes.
Dentro de estas reacciones, vale la pena analizar lo que está ocurriendo en estos días en las diferentes universidades de los Estados Unidos de Norteamérica y que empezó hace algunos meses con declaraciones controvertidas de algunos rectores y que ahora se expresa a través de manifestaciones violentas al interior de los predios universitarios.
La visión a favor de la causa palestina y en contra del Estado de Israel aparece con duros ribetes y calificativos no justificados hacia un pueblo que ha sido víctima, a lo largo de la historia, de persecución y que ocupa un pequeño espacio en lo que fue su territorio ancestral.
La preocupación de las autoridades universitarias en los Estados Unidos viene dada por actos de vandalismo, interrupción de ceremonias de graduación, impedimento de continuar con las actividades diarias, lo que ha acarreado incluso la presencia policial al interior de esos predios.
Hay visos de penetración de los movimientos estudiantiles por parte de personas interesadas en sembrar el caos, así como también de llegar a posiciones extremas que causan daño y desconcierto.
Las universidades grandes, icónicas, así como otras más pequeñas, han tenido que interrumpir clases, ceremonias previstas, todo lo que abona a ahondar la crisis al interior de esas universidades, poniendo en tela de juicio hacia dónde va la educación superior en ese importante país.