El 4 de febrero último, en Radio Pichincha Universal, Alexis Moncayo, Lisenia Espinel y Juan Carlos Cabezas, este último de Radio La Calle, entrevistaron a Rafael Correa que expresó:
“Por ejemplo,Yaku Pérez es el que te dice que está de acuerdo con el aborto hasta los tres o cuatro meses como en Holanda, Francia, sin ningún requisito. No es aborto por violación. Es aborto por hedonismo. Me quedé encinta porque me dediqué a una actividad frenética sexual; entonces a los tres, cuatro meses puedo quitarme el hijo sin ningún requisito”.
La Real Academia de la Lengua define el hedonismo como la “teoría que establece el placer como fin y fundamento de la vida” y la “actitud vital basada en la búsqueda de placer”. Es decir, según Rafael Correa, las mujeres abortamos por placer.
Estas posturas anti derechos son conocidas. Durante su gobierno, Correa impulsó el Plan Familia que basó la educación sexual en “abstinencia y valores”. En el enlace ciudadano del 28 de febrero del 2015 dijo que “el antiguo Enipla decía goza y si tienes problemas, anda al centro de salud. Mi perro Segismundo también es libre, es un exceso intolerable”.
Como resultado, según datos del Ministerio de Salud que datan del 2018, el 15,6% de mortalidad materna fue a causa de abortos clandestinos. Dentro de esta cifra se incluye el rango de edad de niñas comprendidas entre los diez y catorce años. Además pertenecen a los quintiles económicos más vulnerables. A la par, entre el 2013 y el 2017, 243 mujeres fueron judicializadas por abortar. Este dato pertenece a la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, FLACSO.
Es imposible reír con las declaraciones de Rafael Correa porque pisotean a las mujeres, niñas y adolescentes que murieron y siguen muriendo en abortos clandestinos. Es imposible reír porque el Comité en contra de la Tortura de las Naciones Unidas considera a la maternidad forzada una forma de tortura. Es imposible reír porque la Relatoría de las Naciones Unidas ha instado al Estado ecuatoriano, en más de una ocasión, a despenalizar el aborto en casos de violación, incesto y mal formación del feto.
Despertemos de esta pesadilla que causa muerte y dolor. En nuestras manos está la posibilidad de enterrar al correísmo. (O)