Recordemos que el 8 de Marzo es el Día Internacional de la Mujer. Establecido en la II Conferencia de Mujeres Socialistas, celebrada en Copenhague en 1910, a petición de la alemana Clara Zetkin, en homenaje a las trabajadoras textiles de Nueva York. Las mismas que hace 155 años realizaron un desfile demandando mejores condiciones de trabajo. Al hacerlo fueron atropelladas, no pudiendo conseguir lo que se habían propuesto. Tres años después, a través de la organización lo consiguieron. De ahí que el 8 de Marzo es un día de acción y reflexión.
Recordemos también que todas las batallas que las ecuatorianas hemos ido ganando en el tiempo por nuestras reivindicaciones tienen su origen en la Revolución Liberal Radical, liderada por el general Eloy Alfaro Delgado, quien nos sacó de la postración en que nos dejó el régimen feudal.
Fue a partir de la década del 60, del siglo pasado, que la mujer ecuatoriana comienza a conquistar espacios que le permiten generar conciencia acerca de su identidad y de su problemática. A ello contribuyeron en gran medida la revolución científico-técnica y los movimientos de liberación de la mujer que empiezan a debatir sobre el porqué la mujer tiene miedo a su libertad. Se inicia la lucha contra el sistema machista. Se prevé la necesidad de sus propias organizaciones. Nacen las primeras: la Unión Nacional de Mujeres del Ecuador (UNME) en Quito y la Unión de Mujeres del Guayas en esta ciudad.
El 15 de mayo de 1966 nace la Asociación Jurídica Femenina de Guayaquil. Su gran valor histórico es haber sido la primera organización nacional que denunció al país la desigualdad de hecho y de derecho de que era objeto la mujer y demandó la necesidad de una amplia movilización para eliminar su oprobiosa situación. Luego de un largo proceso de lucha obtuvimos las reformas de 1989, que mejoraron sustancialmente la condición de la mujer dentro del matrimonio.
El año 1975 fue proclamado por la ONU “Año Internacional de la Mujer”, con miras a obtener la igualdad de oportunidades en todos los campos e intensificar la contribución femenina al desarrollo nacional. El resultado fue exitoso. Las organizaciones femeninas se multiplicaron. Nacieron las Comisarías de la Mujer y la Familia (1994) y la Ley de la No Violencia contra la Mujer y la Familia (1995). En fin, se ha fortalecido el movimiento feminista con visión de género y la lucha por materializar nuestras reivindicaciones plasmadas en las leyes.
Sin embargo, es el gobierno actual, el de la Revolución Ciudadana, el que en tan corto tiempo ha mejorado realmente las condiciones de vida de la mujer y las de sus hijos. Por eso impulsa el proceso de cambio social que vive. El que la hace partícipe en la lucha contra las políticas neoliberales, en defensa de la soberanía nacional y en la construcción de la Patria Grande.
Por eso, las ecuatorianas reivindicaremos el 8 de Marzo como día de combate, hasta que la historia derribe todas las formas de discriminación e instaure una sociedad caracterizada por la igualdad económica-social.