52 cámaras de producción confiesan intenciones mezquinas sobre afectados por terremoto y Ecuador

El 1 de mayo de 2016, 52 cámaras de producción de Ecuador que agrupa al Comité Empresarial Ecuatoriano expresaron la esencia de sus deseos e intenciones de cómo quisieran que se manejara el tema del terremoto del 16 de abril, la reconstrucción de la economía y el país, reflejando su espíritu en extremo mezquino.

The Free Dictionary by Farlex dice de mezquino(a): “1. Que es despreciable por carecer de sentimientos nobles. 2. Que intenta gastar menos de lo que podría permitirse. Sinónimo, miserable. Antónimo, generoso. 3. Que es excesivamente pequeño, escaso o poco importante”. Considero que el espíritu de mezquindad de los empresarios y comerciantes ecuatorianos y latinoamericanos, cuyas raíces se remontan a la colonia, representan la explotación deshumanizada del capitalismo salvaje, sin generosidad y solidaridad para con los necesitados.

El Manifiesto de las Cámaras dice: “Ratificamos nuestro compromiso y solidaridad inquebrantable con los hermanos de Manabí y Esmeraldas”, pero de ninguna  forma expresa la cantidad de dinero concreto en que se materializa su compromiso de solidaridad como cámaras de producción. Los que proporcionan más empleo y, por tanto, obtienen más ganancias en lo institucional e individual, son los que más dinero deben aportar a los afectados directos del terremoto y al desarrollo nacional, con relación al sector público. Los sueldos e ingresos de los cargos directivos de los empresarios y comerciantes privados son 5, 10, 20, 40 y más veces superiores a los del sector público. Lamentablemente el sector empresarial ecuatoriano y de la zona latinoamericana y del Caribe es el más desigual e inequitativo del planeta, solamente superado por África Sahariana. Si bien en estos últimos 10 años, por los esfuerzos del gobierno de la Revolución Ciudadana, somos de los países en los que más se ha reducido la pobreza, el sector productivo liderado por las cámaras de producción es el que más ha aumentado su riqueza, pero cada día son más mezquinos: lo máximo para ellos, lo mínimo para los demás. Antoni Gutiérrez Rubí 28-02-16, EL TELÉGRAFO, señaló categóricamente: “Una de las causas más directas de esta crisis de desigualdad es el aumento del rendimiento del capital sobre el trabajo. El capitalismo concentra la riqueza, cada vez, en menos manos; o lo mismo en un lenguaje más técnico: la tasa de retorno del capital supera a la tasa de crecimiento del ingreso, por lo que la participación del capital en el producto total tiende a incrementarse (...). En prácticamente todos los países, la participación de los trabajadores en la renta nacional se ha ido reduciendo, mientras que la de los dueños del capital (propiedades, acciones, inversiones…) ha ido creciendo de forma exponencial y constante”. Las cámaras de la producción se encuentran en ‘guerra’ contra todo tipo impuestos, tasas, aranceles, salvaguardias, subsidios a los más pobres. Desean la creación de zonas francas y de exoneraciones tributarias, incentivos, tercerización del trabajo, reducción de los servicios y controles del Estado; que exista la libertad de mercado sin controles del Estado aplicando la ley de la selva, donde los más grandes se comen a los más chicos y la población esté sin servicios de salud, educación y desamparada. Hay que ser demasiado ingenuo para confiar en que los más ricos empresarios no paguen impuestos para incentivar la producción y el empleo,  eso no ha acontecido en ninguna parte del mundo y cada día son más ricos y los pobres más pobres.

Las ‘propuestas’ tienen un denominador común: acumular al máximo la riqueza para los mayores comerciantes y no colaborar con el bien común a través de los impuestos como medio de redistribución de la riqueza. El no hacerlo demuestra mezquindad, avaricia, tacañería, falta de solidaridad con los necesitados, se convierten en Cámaras de Explotación y Exclusión Social. (O)