Con motivo del 5 de junio de hace 116 años reflexionaba sobre las transformaciones de Eloy Alfaro y el vil asesinato de este patriota, gestado por los retardatarios, incluidos la Iglesia al servicio de los terratenientes, los dirigentes liberales traidores, la gran prensa del poder económico, que se resistía al cambio.
Pensaba en Salvador Allende y su muerte hace 38 años; y los bárbaros crímenes de Pinochet y su pandilla, orquestados, al igual que el golpe, por la CIA.
Recordaba el derrocamiento de Carlos Julio Arosemena en 1963 por militares pro yanquis y la muerte de Jaime Roldós en 1981, en circunstancias parecidas a las de Torrijos en Panamá.
Meditaba sobre los cables WikiLeaks de la última embajadora gringa y las conversaciones con líderes de Sociedad Patriótica respecto a la estabilidad del Gobierno.
Por fin, sobre lo ocurrido el 30 de septiembre de 2010, hace apenas 8 meses. El intento de golpe de Estado utilizando la Policía, con apoyo de sectores de la FAE y el fallido asesinato de Rafael Correa, elegido democráticamente por el pueblo, que lo apoyó luego, en 6 elecciones más.
Meditaba sobre el rechazo popular al golpe y la demora del Comando Conjunto para su pronunciamiento, a pesar de la Constitución de Montecristi y las claras normas sobre el rol y formación de militares y policías, en consecuencia con el poder civil, la democracia y los derechos humanos. Como en tiempos de la partidocracia, fue condicionado, pretendiendo contrariar órdenes del Presidente, quien es también jefe de las FF.AA.
Todos vimos cómo se lo ofendió de palabra y obra, vimos a cobardes policías que lo pateaban, le rociaban con gas el rostro, le impedían refugiarse y luego salir del hospital. Agredían a los ciudadanos; se tomaban la Asamblea; en fin, estaban brutalizados.
Y sentimos la debilidad organizativa del pueblo, junto a la decisión de defender el Gobierno y la Revolución Ciudadana.
Nos alertamos y decidimos construir el Movimiento y los Comités de Alianza PAIS. ¡Prohibido olvidar! coreamos. Se hizo la I Convención, se recogieron 1,5 millones de adhesiones, se ganó la consulta.
Ahora, con estupor miramos que para los jueces no pasó nada el 30-S; y que los actores y sus jefes conspiradores resultan inocentes angelitos y que todo fue un show; y estamos inermes frente a ello.
Es hora de reaccionar, impedir la impunidad y castigar a los culpables. Es hora de la real organización y de la unidad para avanzar. Hagámosla de verdad.
Cuidado vuelve la conspiración y, tras el triunfo del 7 de mayo, otra vez, golpes, crímenes y retroceso.