Diciembre ha sido tradicionalmente un mes de análisis y balance, en donde se planifica y se busca encarar el año siguiente con ambición y entusiasmo. Sin duda, 2019 será un año para recordar.
Entre los hitos que se destacan en torno a América Latina, están las protestas sociales, que fueron las protagonistas de 2019 y el principal indicador del crítico momento de la región.
En Ecuador y en Chile, las movilizaciones emergieron como reacción a medidas económicas impopulares. En Bolivia, las revueltas comenzaron tras las dudas generadas en torno al proceso electoral a favor del presidente Evo Morales, que terminaron en la configuración de un presunto golpe de Estado.
En Colombia, los reclamos estuvieron direccionados en contra de la gestión del presidente Iván Duque, así como por la degradación del respeto a los derechos humanos en ese país.
Por otro lado, la degradación de la vida económica y social que atraviesa Venezuela desde hace algunos años, continúa propiciando descontentos populares, aumentando considerablemente la inseguridad ciudadana.
Otro de los casos que consultores, periodistas y analistas políticos destacan es la imposibilidad de anticipación. 2019 pasará a la historia como el año en el que la imprevisibilidad se instaló en regiones como Europa, en donde surgieron nuevas figuras y escenarios inverosímiles.
Un acontecimiento y personaje a destacar en ese sentido es el fenómeno Greta Thunberg, cuyo activismo consiguió articular el discurso del cambio climático.
Por otro lado, el presidente ucraniano y su conversación telefónica con Donald Trump, el pasado 25 de julio, aún son noticia en todo el mundo por haber llevado al mandatario estadounidense a enfrentarse a un proceso de impeachment.
Es claro que las movilizaciones persistirán en 2020 con causas y motivaciones diferentes; ello generará el posicionamiento de nuevas tendencias y personajes. La capacidad de liderazgo y de interacción de estos serán determinantes en los futuros procesos, lo cuales deberán interpretarse con serenidad, responsabilidad y decisión. Un agitado 2020 le espera a Ecuador, a la región y el mundo. (O)