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Ecuador, 21 de Septiembre de 2024
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El Telégrafo

2011, buen año

21 de diciembre de 2011

Termina  2011. La Revolución Ciudadana avanzó. Fue positivo, en medio de una febril oposición liderada por el viejo poder mediático bancario que utilizó los rezagos de la partidocracia y algunos malos dirigentes políticos y sociales. Refiero hechos importantes.

En lo político el pueblo una vez más en la consulta  dijo Sí al cambio en el sistema judicial, la penalización al enriquecimiento ilícito privado y a patronos que no afilian al IESS,  a los límites a los propietarios de bancos y medios de prensa, para que no intervengan en otros sectores de la economía.
Derrotó a los cuenteros de la libertad de expresión, que  desinformaron, tergiversaron, mintieron y utilizaron todos los días poderosos medios, organizaciones  de propietarios y a la CIDH. Se afianzó una voluntad democrática popular que condenó el 30-S, expresión de golpismo.

En la Asamblea Nacional se resistió las prácticas desestabilizadoras, aunque no aprobó importantes leyes, como las de Comunicación y Función Legislativa.
En lo económico y social, a pesar de los efectos negativos de la crisis capitalista, se logró una alta tasa de crecimiento del PIB, redujo los índices de pobreza, controló la inflación y profundizó la reforma tributaria, mantuvo los subsidios a las clases populares y redujo la brecha entre ingresos y costo de vida. La política presupuestaria mantuvo su estructura productiva y redistributiva, con alta inversión social. Se diversificaron mercados y fuentes de financiamiento.

Se fortaleció la infraestructura, en la  vialidad, petróleo, hidroelectricidad y vivienda. Se controló el sistema financiero y el Biess  jugó un papel destacado, con decenas de miles de créditos hipotecarios y de consumo, dinamizando la inversión productiva, en especial el sector inmobiliario.

La Ley de Economía Popular y Solidaria será base para la organización de este sistema.

Hubo un hecho negativo, los despidos intempestivos de trabajadores públicos sumaron muchos casos injustificados, que deben corregirse, como dispuso el Presidente.

En lo internacional, continuó la política de integración solidaria. Se consolidó Unasur  y la ALBA y se creó la Celac. La política exterior continuó revestida de soberanía y dignidad.

Se dio el nominal retiro de las tropas yanquis de Irak, tras  otra invasión, la de Libia. El saldo, más de un millón de asesinados. Toda esta infamia, con la alcahuetería de la putrefacta ONU.
Las proyecciones para  2012 conducen a mayor disciplina y organización. El Gobierno y Alianza PAIS  deben mejorar la coordinación, para que el pueblo, en mejor forma, participe y sostenga con firmeza el proceso.

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