El próximo 1 de septiembre, el Gobierno de Guillermo Lasso cumplirá sus primeros 100 días. A falta de un plan nacional de desarrollo que ampare a las políticas, los programas y los proyectos públicos, la proforma presupuestaria de 2021 remitida a la Asamblea Nacional es el único instrumento que, en este momento, nos brinda luces sobre los grandes objetivos gubernamentales.
El presidente de la República inició su gestión en medio de la mayor crisis de la historia. La economía decreció 7.8% en 2020, menos de uno de cada tres de la población económicamente activa tiene un empleo adecuado y más de uno de cada tres ecuatorianos viven con USD 2.80 diarios; y, el Gobierno no cuenta con una sólida mayoría legislativa.
Guillermo Lasso, también, inició su gestión en plena pandemia del COVID-19. El Ministerio de Salud Pública reporta más de 500 mil casos y 32 mil muertes. En este contexto, enhorabuena, el presidente de la República entendió que solo garantizando la vacunación podría iniciar la reactivación económica. En los primeros días de junio, el Gobierno lanzó el Plan de Vacunación 9/100. A fines de mayo, el país contaba con 3.3 millones de vacunas, entre ellas, 2.2 millones inoculadas; y, ahora, el país cuenta ya con más de 21 millones de vacunas, entre ellas, 18 millones inoculadas. Según la proforma presupuestaria, para este año, la inversión de salud incrementará a USD 3.693 millones.
Lastimosamente, la tendencia no es igual en áreas como educación superior o seguridad social.
La proforma presupuestaria disminuye la inversión en las instituciones de educación superior de USD 1.298 millones en 2020 a USD 1.286 millones en 2021. A la par, Guillermo Lasso propuso la reforma a la Ley Orgánica de Educación Superior que tendría como objetivo ampliar el acceso a este derecho fundamental; sin embargo, ante la realidad, solo las instituciones privadas serían beneficiarias en perjuicio de la gran mayoría de jóvenes de escasos recursos.
Con mucha preocupación, la proforma presupuestaria no contempla el pago total ni parcial de la deuda de USD 16 mil millones con el IESS; por el contrario, reduce las transferencias a favor de la seguridad social de USD 2.336 millones en 2020 a USD 2.107 millones en 2021. El presidente de la República, en vez de transferir mayores recursos para que la seguridad social salga de la crisis, está agravando su situación crítica.
No está prevista obra pública, la proforma presupuestaria apenas contempla USD 480 millones para este concepto. El Gobierno de Guillermo Lasso no optaría por medidas contra cíclicas como el presidente Joe Biden en EUA que entiende perfectamente que la reactivación económica tiene como base la creación de fuentes de empleo mediante la obra pública.
Una vez más, la proforma presupuestaria presenta un grave problema estructural: la permanencia del déficit fiscal que sería USD 4.868 millones mientras tanto, pese a que está previsto un crecimiento del PIB del 3%, la recaudación del impuesto a la renta, el IVA y el ICE serían menores. El presidente de la República ofreció, como una ley prioritaria, la reforma tributaria que es imprescindible para enfrentar el déficit fiscal.
Ante este panorama económico, el Gobierno del Encuentro tampoco ha avanzado en consolidar una mayoría legislativa que le permita tener mínimas condiciones de gobernabilidad y, menos aún, ha progresado el diálogo con los principales movimientos sociales del país.
Según los últimos estudios de opinión, Guillermo Lasso cuenta con una importante aprobación a su gestión; no obstante, no tiene un cheque en blanco.
¡Buena suerte, señor presidente!