Lasso dice que creará un millón de empleos, ¡sepa cómo antes de votar!
12 de marzo de 2017Una de las ventajas electorales de la derecha empresarial regional ha sido la capacidad de trasladar sus conocimientos de marketing al mundo de la política. Esto le otorga una importante ventaja sobre los partidos progresistas que, con bastante inocencia, desprecian esta técnica, percibiéndola como meras artimañas para engañar votantes, fundamentalmente, porque no la necesitaron ya que contaban con el carisma natural de líderes como Correa, Chávez, Evo, Lula, Néstor y Cristina.
En esta etapa de sucesión de liderazgos, sin el carisma de los líderes originales, el progresismo necesariamente deberá utilizar las mismas cartas que la derecha, apostando a largo plazo por cambiar las reglas del juego que hacen que la democracia, como instrumento de representación de las mayorías, sea tan permeable al engaño y la mentira electoral. Al igual que en el marketing de negocios, el marketing político puede apoyarse en los atributos reales de los candidatos y sus propuestas, o ser un mero engaño.
En la campaña ecuatoriana, el recurso de marketing más notorio fue la propuesta del banquero Guillermo Lasso de “crear un millón de empleos en 4 años”. La consigna es muy atractiva y ha calado hondo entre los ecuatorianos que perciben al desempleo como el principal problema del país.
La intención de esta nota es contribuir a dilucidar si esta propuesta es un mero recurso del marketing o si puede ser cumplida. Contamos para ello con una herramienta sencilla del análisis económico, que se basa en la idea de que el crecimiento del empleo está vinculado al crecimiento económico (en la jerga técnica se denomina elasticidad empleo-producto).
De acuerdo a la Revista de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) por cada 1% de crecimiento del PIB en la región, el empleo crecerá en promedio el 0,33%. Una cifra semejante al 0,43% que registró Ecuador durante el período de rápido crecimiento 2007-2014.
Ahora bien, crear un millón de empleos implica que durante los 4 años el empleo debería crecer al ritmo de 3,2% anual. No parece una gran tasa de crecimiento, pero es una tasa alta acumulada si tenemos en cuenta el período de 4 años.
Teniendo en cuenta el crecimiento que implica la promesa de Lasso y la relación empleo-producto que hemos señalado, el PIB tendría que crecer anualmente entre 7,5% y 10% anual.
¿Es posible este crecimiento de la economía que implícitamente nos propone Lasso? Veamos algunas cifras de contraste. Entre 1965 y 2007, el PIB en Ecuador creció un promedio de 3,9% anual. Entre 2007 y 2014, los mejores años de Correa, el crecimiento promedio fue del 4,7%.
Solo en 4 períodos (1973, 1974, 1975 y 2004, todos de bonanza petrolera) el PIB creció por encima del 7,5%. Además, en la misma plataforma electoral del banquero, se habla de lograr tasas de crecimiento del PIB entre 5% y 6% anual. Correa necesitó 7 años para lograr que el empleo “formal” creciera en un millón de puestos (pero en el mismo período 2007-2014, no creció el empleo informal).
Tenemos que tener en cuenta que Lasso propone reducir las barreras al comercio internacional como las salvaguardias, y que toda la evidencia internacional (ver el mismo informe de la Revista de Cepal) nos muestra que esto destruirá empleos en lugar de crear empleos.
A la luz de estos datos, es altamente improbable que Lasso pueda cumplir su promesa, más aun teniendo en cuenta que el mercado petrolero no está ni cerca de disfrutar de un boom de precios como el de los setenta.
Pero Lasso cuenta con una herramienta para poder cumplir su promesa: la reducción de los salarios. El ya citado artículo de la Revista de Cepal, muestra que en la región se observa que por cada 1% de caída del salario, el empleo podría aumentar entre 0,05% y 0,11%.
Esto significa que para que el empleo total crezca el 3,2% anual que promete Lasso, el salario de los ecuatorianos tendría que caer entre 30% y 60%, lo que solo podría lograr flexibilizando y permitiendo la contratación ilegal de trabajadores. La misma estrategia está empleando Macri en Argentina, donde en el primer año del gobierno los salarios reales cayeron un 10%.
La técnica de marketing consiste en destacar lo positivo y ocultar lo negativo. Esto es lo que sucede con la propuesta del millón de empleos. Siguiendo esta técnica ocultan que lo harán bajando salarios porque…, ¿quiénes votarían por Lasso sabiendo que bajará los salarios como Macri hace en Argentina? Este es el verdadero fraude electoral de su campaña.
En definitiva, este análisis permite concluir que Lasso podrá cumplir su promesa de crear el millón de empleos, pero, probablemente, los ecuatorianos y ecuatorianas no estén muy agradecidos si lo logra. (O)