El pan nuestro de cada día del periodista es la capacidad de reacción
La capacidad de reacción debe ser la carta de presentación, de motivación y el pan nuestro de cada día de periodistas, editores y fotógrafos, para ofrecer a los lectores un producto noticioso oportuno y preciso.
Para el sociólogo, catedrático universitario, investigador y experto en comunicación catalán Joan Costa, en tiempos de crisis “lo importante es la capacidad de reacción”.
Hoy, más que nunca, es vital esa capacidad de reacción porque estamos atravesados por la interactividad desde la llegada de las nuevas tecnologías de la información y comunicación, por la web 2.0 y las redes sociales.
El periodista estadounidense Roland De Wolk (ganador de un Premio Pulitzer en 1990), en su libro Introducción al Periodismo Online propone a los comunicadores reflexionar no solo sobre el ¿a dónde vamos?, sino ¿por qué vamos allí?, y plantea, a su vez, 3 respuestas:
1.- “Los periodistas siempre han ido donde la tecnología les permite ir: lo hicimos antes en la era electrónica con el desarrollo de la radio y de la televisión, por ejemplo; lo haremos de nuevo en la era digital”.
2.- “Los periodistas iremos allí porque es la responsabilidad, como profesionales de la comunicación, establecer en ese nuevo medio las normas de calidad más elevadas posibles”.
3.- “Iremos allí porque sabemos que los medios de comunicación tienen un papel central en esa nueva sociedad de la información que estamos construyendo, y porque sabemos que si no lo hacemos nosotros, gente irresponsable, interesada o simplemente incompetente lo hará en nuestro lugar”.
Cierto es que las presiones extraordinarias del tiempo y los hechos implican un alto riesgo de equivocarse o de quedarse de brazos cruzados. Pero en el periodismo el derrotero (camino a seguir) es tener la capacidad de reacción para hacer las cosas rápido y bien, para no privar de noticias importantes al lector, como el incendio iniciado a las 14:50 del sábado pasado en el cerro Atacazo, al suroccidente de Quito.
Recién en la portada y en toda la página 4 del martes pasado (3 día después) se tuvo un buen despliegue de fotos y texto propios, producto de la reportería de periodista y fotógrafo que se desplazaron al sitio mismo del hecho. Y es que pese a la magnitud de la tragedia ambiental, el lunes se publicó solo una nota de 11 párrafos en la página 9, con una foto tomada de Twitter del Municipio.
Eso se llama reportería de escritorio y trajo como consecuencia que la competencia de los medios y la rapidez de las redes sociales nos devoren periodísticamente, así como el fuego devoró más de 800 hectáreas de pajonales, bosques y cultivos del cerro Atacazo. (O)
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Defensoría de las Audiencias, artículo 73 de la Ley de Comunicación.