Una ancestral leyenda andina narra el conflicto entre dos imponentes volcanes: el Chimborazo y el Cotopaxi, por conquistar a la Mama Tungurahua. Luchando por merecer el corazón de la graciosa y a la vez temperamental montaña, ambos colosos libraron una batalla épica. En sus arranques de furia expulsaban vapor de agua, cenizas, rocas incandescentes y fuego, como métodos de intimidación, pero a la vez para impresionar a su amada. Al final ella hizo su elección y entregó su corazón al Chimborazo, lo que sumió en una tristeza eterna al Cotopaxi. Según la historia, este despertará cuando sienta que su amor será correspondido. El material expulsado por los rivales dio forma a la Avenida de los Volcanes, que se halla en la reserva El Arenal, desde donde se los aprecia a plenitud. (I) {unitegallery volcanes_02_04_17}